Comenzó la semana con el paso de un frente nuboso que dió lugar a
chubascos tormentosos que afectaron prácticamente a toda Andalucía.
Almería, Granada y Jaén en la zona oriental de la Comunidad y Sevilla
en la occidental han sido las provincias en las que las cantidades de
agua recogidas fueron más pequeñas, mientras que en Córdoba, Cádiz,
Huelva y Málaga se han llegado a recoger en casi todos los
observatorios cantidades que oscilaron entre los 30 y los 75 l/m2. El
miércoles 16 volvió a llover pero las cantidades recogidas fueron muy
pequeñas en todas las zonas. Las temperaturas se han mantenido en
valores moderados, quizá algo más bajos de los normales. Al final de la
semana el tiempo se estabilizó y comenzaron a recuperarse los
termómetros.
El agua caida beneficia enormemente a los campos de remolacha, cereales
de invierno y alcaceres que ya se habían sembrado al propiciar la
correcta nascencia de los mismos.
Por otra parte durante la semana han estado prácticamente interrumpidas
todas las labores que se estaban efectuando como preparación de los
terrenos para la siembra de cereales, primeras siembras de estos
cultivos y de remolacha azucarera, recolecciones de arroz y algodón,
etc.
La recolección del arroz está ya bastante adelantada y se considera que el agua apenas ha perjudicado a este cultivo.
En cuanto al algodón, se observa que este cultivo continúa con bastante
retraso en relación a un año normal de manera que se ven campos en los
que se acababa de aplicar un defoliante (en algunos casos las lluvias
van a hacer necesario la repetición de esas aplicaciones), quedando aún
en el campo sin recoger más de la mitad de la cosecha de este año. No
obstante el agua no ha perjudicado de momento al cultivo.
En Málaga han sido destruidas 40 Tm. de aguacates dañados por los
vientos y caidos del arbol en la comarca de La Costa Oriental.
El agua caida favorece mucho de nuevo al olivar pues en algunas zonas se empezaba a arrugar un poco la aceituna.
Finalmente hay que reseñar que las lluvias han terminado por afianzar una buena otoñada favoreciendo el engorde de bellotas y castañas por lo que se espera una buena montanera.