Trabajadoras funcionarias de un juzgado.
La consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha repasado en el Parlamento andaluz la situación de la mujer en el mercado de trabajo andaluz, en el que el 68% de los nuevos empleos creados el año pasado fueron para mujeres, más de dos de cada tres nuevos ocupados en el 2023.
Durante una comparecencia a petición propia en la Comisión de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Cámara andaluza, la consejera ha citado el último informe del Observatorio ARGOS del SAE, publicado el pasado 8 de marzo, en el que se expone que el número de mujeres ocupadas el pasado año alcanzó las 1.509.100 personas, según datos de la EPA, lo que supone unas 74.800 mujeres ocupadas más que el año anterior. Asimismo, estas nuevas ocupadas representan el 68,37% de los 109.400 empleos totales creados en 2023, más de dos de cada tres nuevos ocupados.
No obstante, Blanco recordó que las mujeres aún representan el 44,8% de la población ocupada en Andalucía, frente al 55,2% de los hombres, lo que supone una diferencia de más de 10 puntos entre ambos sexos. Entre los motivos para que se mantengan estas diferencias, la consejera citó que la principal razón que esgrime la mujer para no participar en el mercado de trabajo ha sido en 2023 la dedicación a las tareas del hogar, causa citada por el 38,31% de las andaluzas inactivas, frente al 8,25% de los hombres que la han mencionado.
Menos paro con mayor cualificación
Sin embargo, la consejera ha señalado que el informe ARGOS también alude a que la participación de la mujer en el mercado de laboral es mayor a medida que aumenta su cualificación. Así, la tasa de actividad femenina sólo alcanza el 8,24% en el caso de las mujeres sin estudios, a más de cinco puntos de distancia de la de los hombres sin formación académica (13,60%), mientras que las que tienen estudios universitarios o doctorados alcanzan una tasa de actividad del 76,89%, a sólo 1,2 puntos de la de los hombres con la misma cualificación (78,09%).
Respecto a las personas desempleadas, Rocío Blanco ha señalado que en 2023 alcanzó la cifra de 408.100, lo que suponen 11.500 menos que el año anterior y el 54,6% de la población parada. La tasa de paro femenina alcanzó el 21,29%, 1,35 puntos menos respecto a 2022, y casi seis puntos más que la tasa de paro masculina. La consejera también ha subrayado que la tasa de paro femenina está muy ligada al nivel de cualificación, ya que se sitúa en el 37,45% entre las que tienen un nivel educativo de educación primaria, y sólo alcanza el 13,36% entre las mujeres con estudios superiores.
En cuanto al análisis del mercado de trabajo, la consejera también ha destacado que las mujeres están siendo las auténticas protagonistas en el 'hito histórico' de que Andalucía sea, desde mayo de 2021, la comunidad con mayor número de personas trabajadoras autónomas, ya que más de la mitad de los 45.336 nuevos trabajadores por cuenta propia de los últimos seis años, un 56,2%, son mujeres.
Blanco ha repasado igualmente las distintas medidas que su departamento tiene en marcha para fomentar el empleo femenino, que, a través de distintos programas, han supuesto un gasto público de 61,5 millones de euros y han beneficiado a más de 82.200 mujeres el pasado año.
Asimismo, ha anunciado que se está trabajando para poner en marcha un Programa de formación e inserción con compromiso de contratación para víctimas de violencia de género o de trata y explotación sexual, que estará dotado con más de 3,7 millones de euros de fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, y se desarrollará entre 2024 y 2025.
Rocío Blanco también avanzó otras iniciativas, como la Iniciativa Alma Andalucía, financiada por el Fondo Social Europeo en el apartado de acciones de movilidad transaccional con unos 600.000 euros, y que permitirá a mujeres procedentes de colectivos vulnerables realizar prácticas profesionales en otras regiones o países de la UE, dentro de un itinerario de empleabilidad con acciones de orientación y formación.
Por último, la consejera ha señalado que teniendo en cuenta que las mujeres con discapacidad sufren una doble discriminación que las sitúa en una situación de desventaja social y económica, se está estudiando que las nuevas bases reguladoras de subvenciones dirigidas a la inserción laboral de personas con discapacidad contemplen como medida incentivadora para su contratación el aumento de la cuantía subvencionable.
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