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La preocupación ante la contaminación y la consecuente pérdida de calidad de las aguas por el uso de compuestos nitrogenados lixiviados a los acuíferos, posteriormente aflorados en superficie, llevó a la UE a la promulgación de la Directiva Nitratos, que traspuesta mediante Real Decreto 261/1996, sobre protección de las aguas contra contaminación producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias. A su vez, en Andalucía se designaron las correspondientes Zonas Vulnerables por el Decreto 36/2008, de 5 de febrero, por el que se designan las zonas vulnerables y se establecen medidas contra la contaminación por nitratos de origen agrario.
A partir del 2005 en la Condicionalidad se incluye el cumplimiento de los requisitos del Programa de Actuación en Andalucía. En particular, en las explotaciones agrarias situadas en zonas declaradas como vulnerables, se controla el cumplimiento de las medidas establecidas en el programa de actuación, que se resumen a continuación.
Todos los recintos situados en ZV deberán cumplir los siguientes requisitos:
Conservar durante 4 años las facturas o albaranes de entrega, acreditativos de la compra de los fertilizantes utilizados.
Cuando se utilicen fertilizantes orgánicos, no superar la dosis de 170 UFN/ha y año siguiendo las siguientes pautas de aplicación:
El abono debe ser enterrado cumpliendo con las limitaciones de laboreo establecidas por condicionalidad.
No se podrá aplicar ningún tipo de fertilizante en las siguientes circunstancias:
En zonas próximas a cursos de agua o a zonas de acumulación de agua incluido gavias, cárcavas y otros cauces que temporalmente puedan llevar agua así como pozos, perforaciones y fuentes que suministren agua para consumo humano o requieran condiciones de potabilidad deberán respetarse las siguientes restricciones en función de la distancia:
Explotaciones afectadas: cebaderos de bovino, vacuno de leche, ovino, caprino y porcino intensivos, avícolas (carne, ponedoras y reproductoras).
Cumplimentar anualmente y en los plazos especificados:
Disponer de un Plan de Gestión de Residuos Ganaderos (PGRG), aprobado por la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca donde radique la explotación. Disponer de una balsa y/o estercolero con capacidad suficiente para almacenar durante 3 meses los purines y estiércoles producidos conforme a la tabla 1, con las dimensiones y características técnicas establecidas en el Decreto 14/2006, de 18 de enero, y en las demás normas complementarias.
El PGRG podrá exceptuar de la obligación de disponer de dichas balsas o estercoleros o, disminuir su capacidad de almacenamiento, siempre que la producción de estiércol/purines se entregue mediante contrato o convenio a un gestor autorizado.
En las balsas se podrán verter:
Los líquidos del rezume del ensilado de forrajes. Los efluentes resultantes de las áreas exteriores de espera y ejercicio de los animales. Las aguas de limpieza de las instalaciones ganaderas. Las balsas y/o estercoleros estarán alejadas al menos 25 m de los cursos de agua. Las aguas de lluvia de las cubiertas se evacuarán directamente al medio natural sin que pasen a formar parte de los efluentes ni se evacuen a las balsas. Los depósitos para preparación de ensilados deberán poseer un punto bajo desde donde se evacuarán los líquidos del rezume que deberán ser conducidos a las balsas. Las áreas exteriores de espera y ejercicio de los animales deberán estar dotadas de la pendiente necesaria para garantizar su evacuación hacia las balsas. Las aguas de limpieza deberán fluir por superficies estancas. Los estiércoles y purines podrán aplicarse en superficies agrícolas como abono orgánico bajo los siguientes requisitos:
No superarán la dosis máxima de 170 UFN/ha, lo que supondrá no superar los valores de la tabla 2.
Se respetará la distancia mínima de 500 m respecto a los núcleos urbanos.
Los estiércoles y purines podrán apilarse antes de su aplicación como abono orgánico en campo, siempre que se tenga en cuenta las siguientes consideraciones:
El apilamiento no se prolongará más de 15 días, salvo que circunstancias meteorológicas retrasen su aplicación agrícola.
No se apile en un punto concreto más de 30 Tm y se guardarán las distancias mínimas de seguridad exigidas a núcleos urbanos (500 m) y cursos de agua (50 m).
El estiércol apilado contenga como mínimo un 30% de materia seca.
La superficie donde se realice el apilamiento no presente riesgos de contaminación por escorrentía superficial, ni sean terrazas aluviales o suelos que presenten porosidad por fisura o karstificación (disolución de las rocas calizas por la acción de aguas ligeramente ácidas, favoreciendo la aparición de espacios vacíos y oquedales en el terreno que son difíciles de detectar).
El apilamiento no se contabilizará para dar cumplimiento a los requerimientos de capacidad de almacenamiento de la explotación ganadera.
Toda la normativa de Nitratos se puede consultar en el siguiente enlace: Nitratos.