Seguimiento nidos de aguilucho cenizo desde AMAYA
El aguilucho cenizo (Circus pygargus), la menor de las especies de los aguiluchos presentes en la fauna española, nidifica, entre otros lugares de Europa y Eurasia, en tierras andaluzas. Desde principios de primavera, recién llegados de sus cuarteles de invernada en África transahariana, se puede observar sus vistosos vuelos de celo.
Los aguiluchos cenizos han acoplado su momento de cría durante miles de años al momento del auge de los pastos. Desde mediados de abril, cuando estas zonas comienzan a alcanzar la altura y cobertura definitiva y antes de que la espiga esté madura, preparan un nido sencillo, con una plataforma con el material disponible en el entorno. Durante los 27-30 días que dura la incubación y otros 30-45 días más de desarrollo de los pollos, los campos con nidos de cenizo serán controlados de plagas de manera natural, por su intensa caza de invertebrados, ratones, musarañas y pajarillos que permite dar de comer a sus 3-5 pollos. Este aliado del agricultor será más efectivo, cuantas más parejas albergue el núcleo de cría y más denso sea en nidos activos.
Pero sus poblaciones han caído un 40% de forma generalizada, debido principalmente a los cambios en uso y tratamiento agrario de las últimas dos décadas. El hecho de que la nidificación sea en el suelo, y que la cosecha sea cada vez más temprana, tampoco ayuda. Mediante la campaña de control y protección de nidos se procura que el número de pollos que llega a volar sea el máximo posible.
En este Programa de conservación trabaja con un enorme número de actores repartidos por toda Andalucía; Agentes de Medio Ambiente, personal de coordinación en Delegaciones Territoriales de la Consejería competente en materia de medio ambiente, voluntarios de diferentes asociaciones, Zoo-Botánico de Jerez y la Agencia de Medio Ambiente y Agua, M.P, desde dónde se realiza la coordinación técnica del Programa, se trabaja con personal de campo en localizar y manejar los nidos encontrados y con personal de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), que asiste a los pollos que pierden la capacidad de terminar su desarrollo en el campo debido a la destrucción completa de sus nidos.
En este audiovisual se describe uno de los trabajos llevados a cabo por parte del personal de conservación de especies amenazadas de AMAYA. Los datos preliminares que se están analizando, nos muestran que, aunque el número de parejas no ha aumentado con respecto a 2023, el número de pollos que ha llegado a volar sí lo ha hecho, habiéndose observado un total de 756 pollos en esta anualidad.
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