La Unidad de Policía adscrita a la Junta ha denunciado durante el pasado año a 76 personas por infracciones relacionadas con perros potencialmente peligrosos y ha levantado un total de 418 infracciones, en la mayoría de los casos -74- porque los propietarios de los perros carecían de licencia para tener animales peligrosos.
Los miembros del Cuerpo Nacional de Policía adscrito a la Comunidad Autónoma, dependientes de la Consejería de Justicia e Interior, han realizado 107 inspecciones durante el pasado año y han identificado a 105 perros de estas características.
La principal irregularidad detectada es la carencia de licencia, seguida de la no inscripción en el registro del animal peligroso y no disponer del seguro de responsabilidad civil -70 denuncias cada una-, no llevar bozal -53- y no contar con la cartilla sanitaria y la vacunación obligatoria. Otras infracciones detectadas por los agentes están relacionadas con la carencia del certificado de aptitud psicotécnica -42-, no contar con el microchip identificativo -27-, no llevar cadena o correa reglamentaria -18-, llevar más de un perro peligroso -8-, practicar mutilaciones con fines estéticos -5- y por estar en lugares de ocio para menores -1-.
Con carácter general, se consideran perros potencialmente peligrosos los que pertenecen a una tipología racial que, por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales, o también daños materiales.
Nueve razas potencialmente peligrosas
En Andalucía tienen la condición de perros potencialmente peligrosos todos los ejemplares de las nueve razas reconocidas como tales por la comunidad autónoma: Rottweiler, Pit Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Staffordshire Bull Terrier, Doberman, Dogo Argentino, Akita Inu, Tosa inu y Fila brasileiro. Los perros de estas razas suponen un mínimo porcentaje respecto al total de canes inscritos en el registro con un 2% de los mismos y sus dueños debe obtener la obligatoria licencia municipal.
De la identificación, inscripción, modificación o cancelación del registro de los animales de compañía se encarga el personal veterinario autorizado por los colegios profesionales de cada provincia con los que colabora la Junta de Andalucía para el seguimiento y control de estos animales.
Este registro se aprobó mediante el decreto 92/2005 de 29 de Marzo, que regula desde entonces los sistemas de identificación (microchip) y los registros municipales y central de perros, gatos y hurones que permite disponer de censos fiables para actuar ante plagas, enfermedades, actuaciones ilegales, abusos de animales o pérdidas. El microchip o transponder homologado, único método válido de identificación, tiene una aplicación rápida y fácil, no causa ningún daño al animal y es requisito imprescindible antes de cualquier tratamiento o vacunación.
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