La consolidación del modelo de Desarrollo Rural de Andalucía (1991-1999)
Información general
La Política de Desarrollo Rural impulsada por la Consejería de Agricultura y Pesca desde 1991 hasta 1999 ha generado un modelo propio de desarrollo. Este modelo, basado en la implicación de la sociedad, el enfoque ascendente, la articulación del territorio y el protagonismo de los Grupos de Desarrollo Rural, se ha visto fortalecido por la aplicación en el territorio andaluz de las Iniciativas LEADER I y II y del Programa Operativo PRODER. El 96% del territorio rural andaluz queda cubierto con programas de desarrollo rural, consolidándose el modelo de desarrollo rural del Plan de Desarrollo Rural Andaluz. El 21 de abril de 1997 se firma el Pacto por el Empleo y el Desarrollo Económico de Andalucía, donde se renuevan los compromisos establecidos en el Plan de Desarrollo Rural de Andalucía. Los agentes socioeconómicos más importantes de Andalucía alcanzan así un consenso sobre cómo se tienen que desarrollar las políticas públicas generadoras de empleo, desarrollo empresarial y equilibrio territorial.
La primera base reguladora del Pacto es la Homologación de los Grupos de Desarrollo Rural que supone el reconocimiento previo de 49 Grupos de Desarrollo Rural (Proder más Leader II) que posteriormente se amplían a 50, como entidades colaboradoras del gobierno andaluz para poner en marcha la política de Desarrollo Rural. En 1998 se constituye el Foro de Género y Juventud, iniciándose al mismo tiempo la convocatoria de una línea periódica de subvenciones a los Grupos de Desarrollo Rural para promover la dinamización y participación de mujeres y jóvenes. En 1999 ve la luz el Plan de Modernización de la Agricultura Andaluza, que supone una apuesta clara por un desarrollo rural participativo con renovación de actores. Las mujeres y los jóvenes se convierten en sectores prioritarios de la población en las políticas de desarrollo rural en Andalucía. La estrategia nº 13 del Plan se denominó "Apoyar la diversificación de actividades y rentas integrando la agricultura en un nuevo concepto de ruralidad". Dando continuidad al Pacto por el Empleo y Desarrollo Económico de Andalucía, se firma en 1999 El Compromiso por el Mundo Rural, abriendo una nueva fase de optimismo alrededor de la agricultura y del mundo rural, a través de la apuesta decidida por la participación activa de los agentes económicos y sociales en la política de desarrollo Rural. El Gobierno andaluz materializa su apuesta por el desarrollo rural convocando una Orden (Orden de 14 de julio de 2000) que financió la planificación estratégica de los Grupos de Desarrollo Rural, acciones conjuntas de trabajo en red y ayudas a emprendedores hasta la puesta en marcha de los nuevos programas de desarrollo rural.
Durante este período se promovió la difusión de la política de desarrollo rural puesta en marcha por parte de la Consejería de Agricultura y Pesca, dando a conocer las especificidades del modelo andaluz. De esta forma se realizaron acciones de promoción (participación en ferias y eventos en el medio rural); de formación y divulgación (aula itinerante, jornadas y seminarios); publicaciones específicas (Guía de Desarrollo Rural, Metodología para la introducción de la perspectiva de Género y la Juventud en el Desarrollo Rural, Colección Desarrollo Rural en Andalucía, etc.); se establecieron convenios con otras entidades (Consejo de la Juventud de Andalucía, Instituto Andaluz de la Mujer, Universidades andaluzas, etc.); etc. Dentro del marco del Plan de Modernización de la Agricultura Andaluza, el programa "Iniciativa Agraria un nuevo impulso" de la Consejería de Agricultura y Pesca contribuye a consolidar el modelo andaluz de desarrollo rural con las acciones definidas en el subprograma "Emprendedores Rurales Andaluces: Desarrollo Rural" para el período 2000-2006, como son: la iniciativa LEADER Plus, el programa PRODER de Andalucía y los programas horizontales de Género y Juventud, Formación, Promoción y Cooperación.
El programa Emprendedores Rurales Andaluces diseñado para el período 2000-2006 supone la consolidación de un modelo de desarrollo rural basado en la cooperación y la complementariedad de programas, que en definitiva abre paso a un periodo de nuevas oportunidades.