Los Ayuntamientos andaluces serán los principales protagonistas del proceso de adopción de sus escudos, banderas e himnos, según se recoge en el proyecto de Ley de Símbolos, Tratamiento y Registro de las Entidades Locales de Andalucía, aprobado hoy por el Consejo de Gobierno. Esta norma reducirá la tutela de la Administración autonómica en lo relativo a los símbolos municipales y suprimirá el requisito de su aprobación mediante decreto del Consejo de Gobierno.
De acuerdo con la ley, el papel del Gobierno andaluz se limitará a garantizar el pluralismo y la participación ciudadana, evitar confusiones entre símbolos de distintos municipios y vigilar para que no se incluyan elementos que fomenten la violencia o que sean propios de partidos políticos, sindicatos u organizaciones empresariales.
El proyecto, elaborado por la Consejería de Gobernación, establece normas reguladoras para los procedimientos de adopción, modificación, rehabilitación, uso y protección de todos los símbolos, tanto gráficos como sonoros y de expresión verbal. En estos procedimientos se reducirán los pasos administrativos respecto al actual modelo y además se exigirá un mayor consenso entre los grupos políticos, ya que la aprobación deberá contar con una mayoría cualificada de dos tercios del pleno municipal.
En cuanto a la participación ciudadana, la principal medida se dirige a permitir que la adopción o modificación de los símbolos municipales pueda iniciarse a solicitud de los propios vecinos, en una proporción de al menos el 1% de los habitantes de la localidad y con un mínimo de treinta firmantes.
Tanto si la adopción del símbolo se realiza de oficio por el Ayuntamiento o a iniciativa de los vecinos, el procedimiento comienza con la presentación de una propuesta o con la apertura de un concurso público de ideas. Tras el correspondiente periodo de información pública y la aprobación por mayoría cualificada de la Corporación local, la Consejería de Gobernación deberá admitir el símbolo e inscribirlo en el Registro Andaluz de Entidades Locales para garantizar su uso y protección. El pronunciamiento en contra de la Consejería sólo estará justificado en los casos en los que no se haya seguido el procedimiento legal o se hayan incumplido las prohibiciones previstas.
Además de establecer medidas para asegurar la autonomía de las entidades locales y la participación ciudadana, el proyecto aprobado hoy modifica también el concepto de símbolo municipal, al permitir la adopción de formas no tradicionales de identificación popular, como emblemas o logotipos. De igual modo, abre la posibilidad de rehabilitar símbolos utilizados históricamente pero perdidos con posterioridad.
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