SESIÓN DEL

LA JUNTA PROTEGE EL YACIMIENTO ROMANO DEL ENTORNO DE LA ERMITA DE SANTA EULALIA EN ALMONASTER LA REAL

El Consejo de Gobierno ha declarado hoy Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica, el yacimiento romano de Santa Eulalia en Almonaster la Real (Huelva). Asimismo, ha delimitado esta misma área, de 124.575 metros cuadrados de superficie, como entorno de protección de la ermita mudéjar del mismo nombre, monumento histórico-artístico de carácter nacional desde 1976.

La Junta garantiza así la preservación de los valores culturales de todo este conjunto, situado a unos veinte kilómetros del núcleo urbano de Almonaster y en cuyos alrededores se ha registrado durante los últimos años un incremento en la construcción de viviendas y una constante afluencia de visitantes y romeros originada por la devoción a Santa Eulalia, patrona de la localidad.

La zona arqueológica declarada comprende una necrópolis y dos áreas de hábitat romano al norte y al sur de la ermita, identificadas tras las prospecciones realizadas en 1992 y probablemente vinculadas a una explotación minera.

La necrópolis se situaba alrededor de una torre funeraria de época imperial sobre cuyos restos se asentó posteriormente el ábside de la Ermita de Santa Eulalia. Este sepulcro turriforme está levantado con sillares de granito en los que se puede apreciar el sistema utilizado por los canteros para extraer los bloques, a través de una serie de agujeros realizados en línea donde se introducían los tacos de madera que abrían la roca. En el término de Almonaster se han hallado diversas canteras explotadas con esta técnica.

La otra construcción destacada de la necrópolis es la tumba de incineración perteneciente a un romano llamado L. Iulius Campanus Tarmestinus, del siglo I, hallada durante las obras de acondicionamiento del carril de acceso a la ermita.
La Ermita de Santa Eulalia responde al tipo de las iglesias mudéjares de arcos transversales de una sola nave, muy frecuentes en la Sierra de Aracena, aunque con los años ha sido modificada con añadidos de diversos estilos. El templo consta de tres espacios rectangulares abovedados y separados mediante arcos ojivales sobre pilastras ochavadas adosadas al muro. El ábside, de planta rectangular, se cubre con una bóveda gótica de nervios diagonales y los otros dos tramos con bóvedas de aristas. Al templo se accede a través de un porche barroco que se prolonga por los costados del edificio. La fachada se remata con una pequeña espadaña de dos cuerpos, también barroca.

En el interior de la ermita, decorando el presbiterio, se conservan pinturas murales del estilo gótico de la escuela sevillana del siglo XVI. También son de gran valor las pinturas barrocas de la bóveda del ábside, ejemplo del arte popular del siglo XVIII.

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