El Consejo de Gobierno ha acordado declarar Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Montemayor (Córdoba). Este templo, que destaca en la población formando un conjunto con el Castillo de los Duques de Frías, fue construido entre los siglos XV y XVIII y conjuga los estilos gótico-mudéjar, plateresco, manierista y barroco.
La traza inicial de la iglesia corresponde a los dos primeros estilos, con tres naves divididas en cuatro tramos y crucero, separadas por arcos apuntados sobre columnas de piedra con capiteles procedentes de las ruinas romanas de Ulía. Los muros de las fachadas presentan en sus ángulos contrafuertes rematados con gárgolas góticas.
Durante la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII, la construcción de la iglesia sigue los postulados manieristas. A este periodo pertenecen la portada del lado de la Epístola, formada por un vano de medio punto flanqueado por pilastras; la portada del lado del Evangelio, labrada en piedra y con piezas de mármol rojo y negro; el crucero y la capilla mayor, atribuidos a Hernán Ruiz II, y la sacristía o antigua capilla de San Andrés.
También de época renacentista y atribuida a Hernán Ruiz II es la torre. Situada a los pies de la nave del Evangelio, tiene planta cuadrada y un alzado de tres cuerpos con remate superior construido en ladrillo, de composición ochavada y terminado con una cubierta bulbiforme.
La reforma barroca se produjo en la segunda mitad del siglo XVIII, principalmente bajo la dirección de Gaspar Lorenzo de los Cobos, y consistió en la ampliación del templo con la construcción de las capillas del Sagrario, del Cristo atado a la Columna, de la Inmaculada y de los Duques de Frías.
La declaración de Bien de Interés Cultural aprobada hoy incluye los bienes muebles que alberga el templo. Entre ellos sobresalen el retablo mayor, construido por Pedro Freile Ladrón de Guevara entre 1631 y 1640 e integrado por una treintena de obras; el retablo de los Duques de Frías, obra de Gaspar Lorenzo de Cobos (siglo XVIII); la pintura San Jerónimo Penitente, del último tercio del siglo XVI, y la capilla bautismal, realizada en piedra labrada y policromada, que data de 1539. Asimismo, el decreto establece un entorno de protección que abarca espacios públicos y privados de la Plaza de la Constitución y de las calles Miguel de Cervantes, Conde de Oropesa, Juan Pedro Carmona y Duque de Frías.
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