APROBADA LA NUEVA PLANIFICACIÓN DEL PARQUE NATURAL DE LOS MONTES DE MÁLAGA
El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el decreto de los nuevos planes de uso y gestión y de ordenación de los recursos naturales del Parque Natural de los Montes de Málaga, que sustituyen a los que han estado vigentes desde 1994. La norma, elaborada por la Consejería de Medio Ambiente, recoge asimismo una ampliación de este espacio protegido en 28 hectáreas.
Los objetivos de la nueva planificación se dirigen a mejorar el papel del parque natural como zona de recreo y esparcimiento para la cercana ciudad de Málaga y a reforzar la función protectora que sus masas forestales desempeñan frente al riesgo de inundaciones y avenidas en las zonas urbanas colindantes. Además, se establecen medidas para promover el desarrollo sostenible del territorio mediante la gestión integrada de sus recursos.
El primero de los documentos aprobados, el Plan Rector de Uso y Gestión, fija como prioridades la restauración de zonas erosionadas y degradadas, la sustitución progresiva de los actuales pinares por especies frondosas, la recuperación de los bosques de ribera para mejorar la protección hidrológica, la creación de nuevas áreas cortafuegos y la integración paisajística de las construcciones e infraestructuras que se autoricen.
Además de intensificar la defensa del monte contra incendios, plagas y enfermedades, el texto propone también, en el plano socioeconómico, fomentar la agricultura ecológica, revalorizar las señas de identidad referidas a las producciones tradicionales (vino, aceite, frutos secos, etc.) y sustituir progresivamente la cabaña caprina por otras especies ganaderas menos agresivas con el entorno.
En el apartado de uso público, el plan, que tendrá una vigencia de ocho años, prevé ampliar la actual dotación de instalaciones con la construcción de un centro de visitantes y la creación de nuevas áreas recreativas, zonas de acampada, senderos y miradores, promoviendo a su vez la gestión de estos equipamientos por parte del empresariado local.
Respecto a la conservación de la fauna, se desarrollará un programa específico para la especie piscícola colmilleja y una investigación sobre la hibridación entre el cerdo doméstico y el jabalí, así como censos de especies amenazadas e iniciativas para reintroducir el conejo y la perdiz en el territorio.
Plan de ordenación
Por su parte, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, también recogido en el decreto que hoy se aprueba, mantiene la actual zonificación del parque establecida en el texto de 1994, sin área de protección máxima y con dos zonas básicas: una integrada por masas arboladas, en la que se permiten diversos usos (forestal, ganadero, cinegético, recreativo), y otra de aprovechamientos agrícolas (olivo, vid y almendro), que supone el 2,4% de la superficie total.
Este plan, que tendrá una vigencia indefinida con evaluaciones cada diez años, sigue recogiendo como autorizables bajo determinados requisitos actividades como la apertura y adecuación de nuevas vías, la captación de aguas, los movimientos de tierras o la implantación de instalaciones de telecomunicaciones.
Tanto este documento como el plan de uso y gestión cuentan con los informes favorables de la Junta Rectora del Parque Natural de los Montes de Málaga, en el que están representados los principales agentes sociales, económicos e institucionales de la comarca, y del Comité de Acciones para el Desarrollo Sostenible, en el que se integran varias consejerías del Gobierno andaluz.
Además de los dos documentos que conforman la nueva planificación de los Montes de Málaga, el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno incluye una disposición por la que se amplía en 28 hectáreas la superficie del parque, al incorporar una zona situada en el vértice noroccidental, en el municipio de Colmenar. El nuevo territorio se compone en un 60% de encinares y matorral mediterráneo en buen estado de conservación, mientras que la superficie restante corresponde a tierras de cultivo, especialmente viñas.
Valores naturales
El Parque Natural de los Montes de Málaga, declarado en 1989, se extiende al norte de esta ciudad sobre una superficie total de 4.996 hectáreas. De ellas, 4.829 son terrenos forestales pertenecientes al monte público Cuenca del Río Guadalmedina, propiedad de la Junta de Andalucía. Las 167 restantes, incluyendo las 28 que ahora se incorporan, son de propiedad privada.
El 61% del territorio está ocupado por las repoblaciones hidrológico-forestales de pinos carrascos llevadas a cabo en la cuenca del Gudalmedina para evitar las inundaciones que históricamente han asolado la capital malagueña. Estos fenómenos tenían su origen en la pérdida de suelos ¿y la consiguiente falta de control de las escorrentías¿ que, anteriormente a las reforestaciones emprendidas, provocaban los tradicionales cultivos en pendientes y el sobrepastoreo de la cabaña ganadera.
El resto de la superficie del parque corresponde, en un 16%, a bosques mixtos situados en la zona norte donde los pinos de repoblación aparecen mezclados con encinas, alcornoques y quejigos, especies que originariamente ocupaban el espacio antes de su degradación. Las plantaciones de olivos y almendros representan, por su parte, un 2% del territorio, cuya cobertura vegetal se completa con diversas áreas de matorral y pastizales.
En cuanto a la fauna, los Montes de Málaga sirven de hábitat a 93 especies de aves, 25 de mamíferos, otras 25 de mariposas, 19 de reptiles y 12 de anfibios y peces, además de ser relevante zona de paso de aves migratorias. La joya faunística es el camaleón, especie en peligro de extinción que halla en este territorio uno de sus pocos enclaves mundiales. También destaca la presencia de rapaces, como el águila calzada o el búho real, mamíferos como el turón o el jabalí y anfibios como el sapo partero y el sapillo pintojo.
Por términos municipales, Málaga acapara el 95% de la extensión total del espacio protegido, mientras que Casabermeja ocupa un 4% y Colmenar un 1%, superficie esta última correspondiente a la ampliación aprobada hoy.
Durante los ocho años de vigencia de los anteriores planes de ordenación de recursos naturales y de uso y gestión, la pérdida de suelos en los Montes de Málaga registró una considerable reducción, de forma que actualmente los niveles de erosión son nulos o ligeros en el 91% del territorio.
De igual modo, la gestión llevada a cabo ha logrado minimizar la incidencia de los incendios forestales, con tan sólo 67 hectáreas afectadas en los últimos 14 años. También se ha reforzado el papel de este parque natural como auténtico pulmón verde de la capital malagueña, con la creación de 60 kilómetros de caminos no asfaltados, un ecomuseo, un aula de naturaleza y cuatro miradores.