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EL NUEVO DECRETO DE PRODUCCIÓN INTEGRADA INCORPORA LOS PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN Y LOS PRODUCTOS GANADEROS

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el decreto que regula la producción integrada en Andalucía, así como su indicación en los productos agrarios. La norma, que sustituye a la vigente desde 1995, incorpora por primera vez la regulación de los procesos de transformación y de los productos ganaderos.

La inclusión de los primeros permitirá certificar el cumplimiento, a lo largo de toda la cadena productiva, de las exigencias de respeto al medio ambiente propias de la producción integrada. En cuanto a los productos ganaderos, la norma exige diversas garantías en aspectos como la sanidad animal, la alimentación, el transporte, el estado de las explotaciones y la gestión de residuos.

Otra novedad recogida en el decreto es el establecimiento de mecanismos de con-trol, tanto para las producciones como para los operadores del sector, a través de entidades certificadoras independientes autorizadas por la Junta. Para desarrollar su actividad en la comunidad autónoma, estas entidades deberán presentar un programa de control y cumplir las normas EN 45004 y EN 45011, entre otros requisitos.

Asimismo, la nueva norma crea el Registro de Operadores de Producción Integrada, en el que deberán inscribirse las personas o empresas que se dediquen a esta actividad en la comunidad autónoma, y fija de forma más detallada las condiciones de uso de la marca de garantía Producción Integrada de Andalucía.

Para acceder a este distintivo, que certifica el cumplimiento de las exigencias esta-blecidas en los distintos productos, las asociaciones de agricultores y ganaderos tienen que constituirse en Agrupaciones de Producción Integrada (Apis) y contar con un servicio técnico especializado en la materia.
La producción integrada, a medio camino entre la agricultura industrial y la ecoló-gica, es un sistema de producción de alimentos de alta calidad a través de métodos respetuosos con el medio ambiente, tanto en el uso racional de técnicas fitosanitarias y de fertilización como en lo relativo a riego y eliminación de residuos, entre otros aspectos.

Andalucía fue una de las comunidades autónomas pioneras en la implantación de la producción integrada, que se inició en 1995 en los cultivos de la fresa y el tomate. En ese año se aprobó la primera normativa reguladora y actualmente están en vigor quince reglamentos sobre otros tantos productos agrícolas.

La superficie dedicada a este tipo de cultivos ha crecido en la comunidad autónoma un 330% durante los últimos siete años, pasando de 12.507 hectáreas en 1997 a las 54.000 actuales. El volumen de producción ha registrado un incremento del 224% en el mismo periodo (de 117.100 a más de 381.000 toneladas). Por sectores, destacan las producciones integradas de arroz (135.000 toneladas), fresa (100.000) y cítricos (25.000).

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