El Consejo de Gobierno ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, la Iglesia de San Nicolás de la Villa en Córdoba, edificio cuyos orígenes se remontan al siglo XIII pero en el que se combinan diferentes estilos artísticos como consecuencia de las sucesivas etapas constructivas.
El templo, que comenzó a levantarse tras la conquista cristiana de la ciudad por Fernando III, conserva su primitiva estructura gótico-mudéjar de planta casi cuadrada, con tres naves sin crucero. La nave central está cubierta con armadura de madera diseñada en estilo manierista, mientras que las dos restantes presentan bóvedas de arista decoradas con motivos vegetales en estuco.
Por su parte, el muro que cierra los pies de la nave de la Epístola alberga decoración pictórica realizada al fresco, mientras que en la nave del Evangelio se abre la Capilla Bautismal, construida por Hernán Ruiz en el siglo XVI. De esta época es también la configuración definitiva del cuerpo formado por la sacristía y antesacristía.
En el exterior destacan las fachadas ubicadas en los frentes norte y sur. La portada principal se encuentra en la primera de ellas y fue realizada por Hernán Ruiz II bajo los postulados renacentistas y manieristas. La portada sur, más antigua, consta de un vano apuntado y abocinado compuesto de diez molduras semicilíndricas y está precedida de un pórtico construido en el siglo XV.
La torre, de fuerte impronta militar, forma parte de la fachada norte y está situada a la derecha de la portada. Construida en el siglo XV sobre los restos de un antiguo alminar islámico, presenta un primer cuerpo de planta cuadrangular, un segundo poligonal y un campanario de base cuadrada con cubierta piramidal.
Otro elemento destacado de la iglesia es la portada que comunica la nave de la Epístola con la sacristía, obra del siglo XVIII atribuida a Alonso Gómez de Sandoval y labrada en mármoles rojos y negros.
La declaración como Bien de Interés Cultural de la Iglesia de San Nicolás de la Villa incluye también sus bienes muebles, integrados por más de un centenar de piezas, así como un entorno de protección que abarca todo el espacio de la Plaza de San Nicolás y parte de la Avenida del Gran Capitán y de las calles de las calles San Felipe, Concepción, José Zorrilla y Torre de San Nicolás.
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