SESIÓN DEL

EL CONSEJO APRUEBA LA NUEVA PLANIFICACIÓN DEL PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS SUBBÉTICAS

Restauración de zonas mineras abandonadas y medidas agroambientales para conservar los suelos, principales objetivos

El Consejo de Gobierno ha aprobado los planes de ordenación de los recursos naturales y de uso y gestión del Parque Natural de las Sierras Subbéticas (Córdoba), que sustituyen a los vigentes desde 1994. Entre otras medidas prioritarias, la nueva planificación recoge la restauración de las explotaciones mineras abandonadas, la conservación de los suelos, el fomento de iniciativas locales a través de la marca Parque Natural y el desarrollo de programas formativos en materia de integración ambiental de la agricultura.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, de vigencia indefinida con evaluaciones cada diez años, divide el territorio del parque en tres grandes zonas según los distintos requerimientos de conservación.

El primer bloque, integrado por áreas de máxima protección con valores ambientales excepcionales, abarca 3.873 hectáreas (el 12,08% de la superficie total) e incluye la Sierra de Horconera por encima de los 1.100 metros, los ríos Bailón y de la Hoz y las denominadas zonas de interés geológico preferente: Cueva de los Murciélagos, dolinas de los Hoyones, Lapiaz de los Lanchares, Sima de Cabra y poljes de la Nava y el Navazuelo.

En todos estos espacios de reserva las actividades quedan supeditadas al objetivo prioritario de la conservación de la biodiversidad, si bien de forma compatible con el uso público controlado y con los aprovechamientos ganaderos y cinegéticos tradicionales. Se consideran incompatibles los usos relacionados con el aprovechamiento de recursos minerales y geológicos, salvo las tareas de restauración de canteras, para las que el plan fija un plazo de finalización de ocho años prorrogables a dos más.
Por su parte, las zonas de regulación especial, con un nivel medio de protección, ocupan 16.376 hectáreas (51,08% del territorio del parque) y están integradas fundamentalmente por encinares, quejigales y matorral mediterráneo, con aprovechamientos forestales, ganaderos, cinegéticos y recreativos. En este grupo se incluyen el Macizo de Cabra, el cinturón de la Sierra de Horconera-Rute, los enclaves de Puerto Escaño y Cerro Palojo y las sierras de los Pollos-Jaula, Gaena, Jarcas-Camorra y Gallinera.

Finalmente, las zonas de regulación común, de menor valor ambiental y gran actividad humana, comprenden una superficie de 11.807 hectáreas (36,84% del parque). En ellas se integran terrenos de cultivos agrícolas (básicamente olivar) y núcleos de población como Lagunillas, Esparragal, Villares, Zagrilla Alta, Las Piedras y El Algar.

Plan Rector
El segundo de los documentos aprobados hoy, el Plan Rector de Uso y Gestión, tendrá una vigencia de ocho años prorrogable otros ocho y prestará especial atención a las medidas agroambientales. De este modo, destaca la previsión de un plan de conservación de suelos que será elaborado por las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente con el fin de introducir labores que eviten o reduzcan la erosión del terreno. Asimismo se desarrollarán programas de fomento y formación relativos a tratamiento de restos de cosechas, diseños de rotaciones, uso racional de fertilizantes y productos fitosanitarios, prácticas agrícolas sostenibles e implantación de la agricultura ecológica y de la producción integrada del olivar.

En materia de recursos mineros, los principales objetivos se centran en la planificación de las actividades extractivas y en la restauración integral de las canteras ya explotadas, a las que se darán usos alternativos de educación ambiental. El plan también concede prioridad a objetivos como recuperar caminos rurales abandonados frente a la apertura de nuevos trazados; eliminar las balsas de alpechín localizadas en Carcabuey; construir nuevas depuradoras de aguas residuales; intensificar el control de edificaciones indebidas en suelos no urbanizables y fomentar la rehabilitación de las construcciones de mayor valor histórico y patrimonial.
En cuanto a la preservación de la flora y la fauna, las principales previsiones se concretan en el fortalecimiento de las poblaciones cinegéticas de conejo y perdiz común; la recuperación del cangrejo autóctono; el control de los jabalíes y de los daños que producen; la repoblación forestal con quercíneas, la mejora de las masas de pinar y la restauración de la vegetación de ribera de los ríos Bailón y de la Hoz.

Valores naturales
Las Sierras Subbéticas, declaradas Parque Natural en 1988 y Zona de Especial Protección para las Aves en 2003, constituyen un excepcional enclave paisajístico y ecológico de la provincia de Córdoba. La naturaleza caliza de sus materiales ha moldeado uno de los paisajes kársticos más representativos de la Península Ibérica, con un relieve muy accidentado de valles estrechos y fuertes elevaciones de hasta 1.500 metros.

Este hábitat singular de abundantes roquedos y afloramientos calizos alberga una rica avifauna de rapaces, con el águila real, el águila calzada, el gavilán y el halcón peregrino como principales especies. Destacan asimismo las poblaciones de cabra montés y el núcleo más meridional del micromamífero denominado musgaño de Cabrera. La vegetación es típicamente mediterránea y tiene sus ecosistemas forestales más valiosos en los encinares de las solanas y en los quejigales de las laderas orientadas al norte.

La superficie protegida alcanza un total de 32.056 hectáreas, repartidas entre los términos municipales de Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Priego de Córdoba, Rute, Luque y Zuheros. La caza menor, el olivar, la ganadería, la industria textil de Priego de Córdoba y la del aguardiente de Rute constituyen algunos de los principales recursos económicos la comarca.

Dentro del parque se localiza el monumento natural de la Cueva de los Murciélagos, una gruta que a sus atractivos naturales añade valiosos restos arqueológicos del periodo más antiguo del Neolítico andaluz.

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