SESIÓN DEL

LA JUNTA AMPLÍA EN MÁS DE 12.000 HECTÁREAS EL PARQUE NATURAL DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA

Aprobada la nueva planificación del espacio protegido, al que se incorporan el parque forestal de Almadén de la Plata y las zonas aledañas al embalse de Melonares

El Consejo de Gobierno ha acordado ampliar en 12.640 hectáreas el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, al que se incorporarán el Parque Forestal de Las Navas-Berrocal, el monte La Traviesa y las zonas de compensación ecológica fijadas en el proyecto del embalse de Melonares. Esta es la principal medida que se recoge en los planes de ordenación de los recursos naturales y de uso y gestión aprobados por el Consejo de Gobierno para este espacio protegido.

Ambos documentos sustituyen a los vigentes desde 1994 e incluyen como principales prioridades de gestión la mejora y reforestación de las dehesas, el control de su estado fitosanitario, la ampliación del apoyo a los aprovechamientos agropecuarios, la firma de convenios con propietarios de fincas para recuperar los hábitats de la fauna amenazada y la ampliación de la oferta de uso público.

La ampliación del parque natural queda establecida en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, con vigencia indefinida y evaluaciones cada diez años. La mayor parte del territorio que se incorpora, situado en el término municipal de Almadén de la Plata, está integrado por los montes públicos de La Traviesa y del Parque Forestal Las Navas-Berrocal, ambos propiedad de la Junta de Andalucía y caracterizados por su riqueza forestal y su valor paisajístico y recreativo.

Las zonas restantes se corresponden con diversos enclaves de interés para la fauna situados en las inmediaciones del futuro embalse de Melonares y que fueron protegidos como medida de compensación medioambiental dentro de este proyecto hidrológico.
El Plan de Ordenación divide el territorio del parque natural en tres grandes grupos de áreas según sus diferentes valores ecológicos. Las zonas de máxima protección representan en 2,36% del espacio (4.193 hectáreas) e incluyen el Cerro del Hierro, el rebollar de Cerro Negrillo, dos tramos de cascadas de la Ribera del Huéznar, los barrancos del río Viar, las áreas de compensación ecológica de la presa de Melonares y la franja central de la finca Las Navas-Berrocal, en la Loma del Hornillo.

Las zonas de regulación especial, de protección intermedia, abarcan el 84,79 % del parque (150.486 hectáreas) y están integradas fundamentalmente por terrenos forestales, dehesas, pinares, matorral noble mediterráneo, pastizales, arroyos y embalses, espacios de un singular valor paisajístico y ambiental que acogen actividades productivas y recreativas compatibles con su preservación.

Por su parte, las denominadas zonas de regulación común representan el 12,71% del parque natural (22.805 hectáreas) y en ellas el principal objetivo se centra en la reducción de impactos ambientales. En este grupo se incluyen olivares, cultivos herbáceos, eucaliptales, minas, canteras y zonas urbanas.

Protección de dehesas
El segundo de los documentos aprobados, el Plan Rector de Uso y Gestión, recoge como prioridades la mejora de los ecosistemas del parque, principalmente las dehesas, y la ampliación de la oferta de uso público. Entre otras medidas, se ampliarán los programas contra la plaga de la seca de la encina, se reforzará el apoyo a la agricultura ecológica, se mejorarán los pastizales ganaderos mediante la siembra artificial de especies y se llevará a cabo la recuperación de cultivos frutales, viñedos y huertas tradicionales. De forma paralela, la Junta proseguirá con sus programas para recuperar el bosque mediterráneo original en las zonas actualmente ocupadas por eucaliptos.

También se prevé la colaboración de los propietarios de fincas que albergan fauna amenazada, principalmente rapaces, para habilitar zonas de alimentación con las dos principales especies presa, el conejo y la perdiz.

Respecto a la ampliación de la oferta de uso público, los proyectos más destacados son la adecuación de la Vía Verde y de los senderos que discurren entre el Cerro del Hierro y la Ribera del Huéznar, la habilitación de áreas recreativas fluviales alternativas para evitar la masificación en este río, la mejora general de la señalización del parque y la creación de una central de reservas turísticas.

Valores naturales
El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, declarado espacio protegido y zona de especial protección para las aves en 1989, forma parte del extenso corredor ecológico de las Dehesas de Sierra Morena, reconocido por la Unesco en 2002 como Reserva de la Biosfera e integrado también por las sierras de Hornachuelos (Córdoba) y de Aracena y Picos de Aroche (Huelva).

Con la ampliación aprobada hoy, la Sierra Norte uno de los espacios naturales más extensos de la comunidad pasa a tener 177.484 hectáreas, repartidas entre los términos municipales de Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto.

Dominio del bosque mediterráneo, el parque natural abunda en dehesas de encinas y alcornoques, pinares, castañares, quejigales y bosques de galería en las ribera, que sirven de refugio a una gran variedad de especies de la fauna entre las que destacan la nutria, la cigüeña negra y rapaces como el águila imperial, el milano real, el halcón peregrino, el buitre negro y las águilas perdicera y culebrera.

La riqueza pasiajística de la Sierra Morena sevillana se singulariza en dos enclaves declarados monumento natural: el Cerro del Hierro y las Cascadas del Huéznar. En el primero, la milenaria actividad minera que se remonta a la época romana ha generado un paisaje muy peculiar sobre las oquedades calizas preexistentes. Las cascadas del curso alto del Huéznar ofrecen, por su parte, uno de los mejores ejemplos de la belleza paisajística de las riberas del parque.

Junto con el sector del turismo rural y sus grandes perspectivas de desarrollo, la comarca de la Sierra Norte de Sevilla tiene sus principales actividades económicas en la ganadería (sobre todo del cerdo ibérico), el aprovechamiento de los recursos de la dehesa, la extracción del corcho, los cultivos de frutales y viñedos, la caza y las industrias tradicionales chacineras, de vinos, anisados y aguardientes.

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