EL CONSEJO APRUEBA LA NUEVA PLANIFICACIÓN DEL PARQUE NATURAL DE LA BAHÍA DE CÁDIZ
El Consejo de Gobierno ha aprobado los planes de uso y gestión y de ordenación de los recursos naturales del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, que sustituyen a los vigentes desde 1994.
El primero de estos documentos, el Plan Rector de Uso y Gestión, recoge un amplio conjunto de medidas para mejorar durante los próximos ocho años la ordenación de los aprovechamientos económicos tradicionales (marisqueo, pesca y acuicultura) y reducir los impactos ambientales que ocasionan en los ecosistemas del parque la alta densidad demográfica e industrial de la Bahía gaditana.
En el capítulo de mejora de la calidad ambiental, el plan prevé, entre otros proyectos, el saneamiento de los terrenos limítrofes del Polígono Industrial Tres Caminos (Puerto Real); la instalación de una depuradora para las aguas residuales que aún se vierten en esta zona; la limpieza de la margen derecha del río Guadalete y del enclave de los Toruños, en El Puerto de Santa María, y la eliminación del desguace de vehículos y talleres marginales situados en los enclaves del Barrio Jarana y entorno de Puente Zuazo (ambos en Puerto Real), así como en la salina Tres Amigos (San Fernando).
También se desmantelarán las instalaciones pesqueras en desuso de la Isla del Trocadero y el poblado chabolista localizado en las márgenes del caño del mismo nombre, en el término municipal de Puerto Real. Estos proyectos se completarán con un programa de seguimiento de la calidad de las aguas y sedimentos del sistema hídrico asociado al caño de Sancti Petri (Chiclana) y la continuación del plan de restauración de salinas.
Respecto a la ordenación de las actividades económicas, las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura y Pesca llevarán a cabo acciones formativas para fomentar el marisqueo profesional responsable, erradicar el de ocio, potenciar la imagen exterior de la acuicultura de la Bahía y elaborar un código de conducta ambiental para este sector.
En materia de uso público, el plan prevé la mejora de la red de senderos de la comarca, integrando en la misma las sendas y pasarelas peatonales que se derivan de las medidas de compensación ecológica del proyecto de desdoblamiento de la vía férrea a su paso por el parque natural. También se llevará a cabo un proyecto de reforestación y recuperación de los ecosistemas costeros originarios en el pinar de La Algaida y otro para el control de la fauna depredadora de gaviotas patiamarillas, ratas y perros.
Finalmente, en lo referido al patrimonio cultural, destacan los proyectos que se llevarán a cabo para restaurar el molino mareal del Río Arillo y rehabilitar la Casa Salinera de Nuestra Señora de los Dolores, ambas edificaciones situadas en el municipio de Cádiz.
Zonas de protección
El segundo de los documentos de planificación aprobados hoy para la Bahía de Cádiz la por el Consejo de Gobierno, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, tendrá una vigencia indefinida con evaluaciones cada diez años y establece una división del parque natural en tres grupos de zonas de acuerdo con sus distintos requerimientos.
El primer bloque, para el que se asigna la máxima protección, abarca 471 hectáreas (el 4,48% de la superficie total del parque) y acoge los dos enclaves declarados parajes naturales, la Isla del Trocadero y las Marismas de Sancti Petri. Debido a la fragilidad de sus hábitats, el acceso será restringido y sólo se permitirán la investigación y los usos orientados a preservar la biodiversidad.
Las áreas de regulación especial, en las que se aplica un nivel intermedio de protección, ocupan el 84,74% del territorio protegido, con un total de 8.917 hectáreas. En ellas se incluyen cuatro tipos de enclaves: zonas húmedas de elevado interés ecológico integradas por diversas salinas y marismas; zonas costeras de singular valor paisajístico y naturalístico (entre ellas el islote de Sancti Petri, los pinares del Algaida y parte de la playa de Camposoto); zonas húmedas denominadas de conservación activa (salinas tradicionales abandonadas o reconvertidas en cultivos marinos), y, finalmente, diversos cursos de agua, caños, planicies y fangos mareales. En estos cuatro tipos de zonas se combinarán los objetivos de protección con distintas escalas de aprovechamiento sostenible en las actividades tradicionales y recreativas.
Por último, las zonas de regulación común, con valores ambientales diversos y usos intensivos, se extienden sobre 1.134 hectáreas de playas, humedales transformados, eucaliptales e infraestructuras, además del campus universitario de Puerto Real. La mejora de la calidad ambiental y la restauración de áreas degradadas conforman los objetivos de gestión en estos terrenos, que representan un 10,79% de la superficie total del parque.
Playas, salinas y marismas
El Parque Natural Bahía de Cádiz, declarado espacio protegido en 1989, constituye un laberinto de marismas, salinas, caños, dunas, pinares y playas en el que encuentran sus hábitats numerosas aves acuáticas y peces del litoral suratlántico. Con una extensión de 10.522 hectáreas y rodeado de una de las principales concentraciones urbanas e industriales de Andalucía, su territorio se reparte entre los términos municipales de Cádiz, Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María, Puerto Real y San Fernando.
Además de su catalogación como parque natural, la Bahía de Cádiz está declarada Zona de Especial Protección para las Aves (desde 1993) y Zona Ramsar por la importancia internacional de sus humedales (2002). Dentro de sus límites se sitúan el monumento natural de la Punta del Boquerón (San Fernando) y los parajes naturales de la Isla del Trocadero (Puerto Real) y las Marismas de Sancti Petri (Chiclana de la Frontera).
Lugar de paso de aves migratorias, la bahía gaditana alberga habitualmente concentraciones de más de 20.000 ejemplares de 70 especies, superando la cifra de 65.000 en época de invernada. Además, acoge cerca de 3.000 parejas reproductoras de aves acuáticas y una amplia comunidad de moluscos, crustáceos y peces de estero, a lo que se añade la presencia destacada del camaleón. La pesca de bajura y el marisqueo constituyen los principales recursos económicos, junto con la acuicultura en auge, las actividades tradicionales ligadas a la extracción de sal y la elaboración de vinos de calidad en Chiclana y El Puerto de Santa María. Comarca de gran potencial turístico, la Bahía de Cádiz conserva también un excepcional patrimonio de fortificaciones históricas y de restos fenicios y romanos, como los del Templo de Hércules en la isla de Sancti Petri.