José López Quintanilla, presidente del Consejo de Participación de Sierra de las Nieves
El Consejo de Gobierno ha aprobado el nombramiento de José López Quintanilla como presidente del Consejo de Participación del Espacio Natural Sierra de las Nieves. La trayectoria profesional de López Quintanilla está íntimamente ligada a este espacio natural, declarado Parque Nacional en 2021, y especialmente a la conservación de sus bosques de pinsapo (Abies pinsapo Boiss.), un abeto endémico del Mediterráneo occidental y catalogado actualmente como en peligro de extinción.
Ingeniero de montes por la Universidad Politécnica de Madrid, inició su carrera profesional en el ámbito de la extinción de incendios forestales en Canarias. A finales de 1986 se trasladó a Málaga, a la recién creada Agencia de Medio Ambiente. Desde entonces, su trabajo ha estado vinculado de manera ininterrumpida al cuidado y mejora de los pinsapares de Sierra de las Nieves, uno de los ecosistemas más singulares del patrimonio natural andaluz y español.
Funcionario del Cuerpo Superior Facultativo de la Junta de Andalucía desde 1991, en 2009 fue nombrado jefe del Departamento de Actuaciones en el Medio Natural. En 2012 ejerció la coordinación regional del Plan de Recuperación del Pinsapo, un instrumento clave para la protección de esta especie que sólo habita en ciertas sierras de Málaga y Cádiz. A lo largo de sus 38 años de servicio público, ha contribuido de forma decidida al avance del conocimiento científico sobre el pinsapo, colaborando en publicaciones, proyectos de investigación y trabajando estrechamente con distintas universidades. Su ingreso como académico de mérito en la Academia Malagueña de Ciencias en 2018 avala también esta faceta divulgativa y científica de su perfil.
En los últimos años, ha centrado buena parte de sus esfuerzos en desarrollar herramientas útiles para mitigar los efectos del cambio climático en estos bosques, como un innovador modelo de análisis de incidencia solar para seleccionar las mejores zonas de reforestación del pinsapo, anticipando escenarios climáticos futuros. Además, fue pionero en la puesta en marcha de actuaciones preventivas frente a incendios forestales en los montes públicos, como las primeras balsas de agua (1993) o la Red de Áreas Pasto Cortafuego (RAPCA), en 1995, en estrecha colaboración con los pastores y la población local.