El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las conclusiones del Informe de seguimiento del Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC) correspondiente a 2023. Dicho documento analiza la evolución de los indicadores de mitigación, adaptación y participación ciudadana frente al cambio climático y permite valorar el grado de desarrollo de las medidas previstas en el PAAC durante el primer año del desarrollo operativo 2023-2026.
Este informe es el resultado del trabajo de la Oficina Andaluza de Cambio Climático, que ha empleado datos oficiales como el Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Andalucía, el seguimiento de la Estrategia Energética 2030 y el Ecobarómetro. Su elaboración responde a la obligación legal establecida en el artículo 14.2 de la Ley de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético.
En el ámbito de la mitigación, el informe indica que las emisiones difusas de gases de efecto invernadero se han reducido un 14% en Andalucía en el periodo 2005-2022. Este dato, aunque positivo, supone una bajada menor respecto al 18% registrado en el informe anterior y se aleja aún del objetivo de reducción del 39% fijado para el año 2030. Los efectos de la recuperación económica tras la pandemia explican en parte el repunte de las emisiones en algunos sectores.
La evolución por áreas estratégicas ha sido desigual. Se han logrado reducciones respecto a 2018 en sectores como el transporte (-3%), la agricultura, la ganadería, la pesca y la acuicultura (-4%), los residuos (-6%) y la energía (-16%). Especialmente significativo es el caso del área energética, que ha revertido la tendencia al alza observada en 2021.
Por el contrario, han aumentado las emisiones en los sectores de industria (con un incremento del 284% respecto a 2018, debido en parte a cambios en el sistema de asignación de derechos de emisión), comercio, turismo y administraciones públicas (+11%) y edificación y vivienda (+2%). A pesar del aumento en la industria, este sigue siendo el segundo sector con menos emisiones de Andalucía. El informe concluye que, aunque se han producido avances en sectores importantes, el conjunto de indicadores refleja que es necesario redoblar esfuerzos para asegurar el cumplimiento de los objetivos climáticos establecidos para 2030.
Respecto a los indicadores energéticos, los datos muestran una tendencia favorable. En 2023, Andalucía logró un ahorro del 36,4% en el consumo de energía primaria respecto al escenario tendencial, acercándose al objetivo del 39,5% fijado para el horizonte 2030. Por su parte, la cantidad de energía final de origen renovable generada alcanzó el 22,5%, lo que supone un incremento de cinco puntos porcentuales desde 2019 y una mejora respecto al valor del año anterior (21,8%). Estos datos indican un avance sostenido en la transición energética, con un comportamiento especialmente positivo en términos de eficiencia y despliegue de energías limpias.
Herramientas pioneras
En el área de adaptación, el informe constata un hito significativo: la Junta de Andalucía ha desarrollado y publicado una herramienta metodológica específica para la evaluación del riesgo climático en todo el territorio andaluz que permitirá realizar, a partir de próximos ejercicios, un seguimiento más completo y preciso del indicador vinculado a la reducción del riesgo de impactos climáticos, aspecto clave para priorizar intervenciones en las zonas más vulnerables. Aunque en el presente informe aún no se dispone de valores cuantitativos para este indicador, la disponibilidad de esta metodología sienta las bases para incorporar evaluaciones homogéneas y sistemáticas a partir de 2024.
En relación con la participación ciudadana y la percepción social del cambio climático, los indicadores utilizados corresponden al último Ecobarómetro de Andalucía, elaborado en 2021 y publicado en 2022. Según este estudio, el 44,7% de la población andaluza considera el cambio climático uno de los principales problemas ambientales, y el 39,2% reconoce su relación directa con las actividades humanas. Aunque estos valores permanecen estables respecto a años anteriores, el informe destaca la utilidad del Ecobarómetro como herramienta para conocer la evolución de la conciencia ambiental y facilitar el diseño de campañas de comunicación más efectivas en el futuro.
En este punto, cabe destacar que la Junta de Andalucía ha licitado una nueva edición del Ecobarómetro de Andalucía 2025, con el objetivo de actualizar los datos sobre la conciencia ambiental de la ciudadanía. El estudio, que contará con 2.500 encuestas, permitirá analizar actitudes y percepciones sobre sostenibilidad, cambio climático y medio ambiente. Asimismo, servirá para adaptar las políticas públicas y orientar programas de comunicación y educación ambiental. El valor estimado del contrato es de 250.919 euros.
El análisis económico incluido en el informe revela que en 2023 se ha destinado un 2,1% del presupuesto total de la Junta de Andalucía a actuaciones con incidencia directa en la lucha contra el cambio climático, frente al 1,2% del ejercicio anterior. Esta cifra se ha calculado aplicando metodologías afinadas de taxonomía verde, conforme a las directrices europeas.
Marco general de seguimiento y planificación
El Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC) se estructura en tres programas principales: Mitigación para la Transición Energética; Adaptación y Comunicación; y Participación, además de un conjunto de medidas transversales. Con 403 acciones repartidas en más de 130 líneas estratégicas, el PAAC constituye la hoja de ruta de Andalucía para avanzar hacia una economía baja en carbono y más resiliente frente a los impactos climáticos. Este informe de seguimiento responde al mandato legal de evaluar anualmente el grado de ejecución de dicho Plan y se configura como una herramienta esencial para orientar las políticas públicas y facilitar la rendición de cuentas ante la ciudadanía.