SESIÓN DEL

EL GOBIERNO ANDALUZ APRUEBA EL NUEVO PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN DEL PARQUE NACIONAL DE DOÑANA

Andalucía se convierte en la primera comunidad autónoma que da luz verde a la planificación de un parque nacional

El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Doñana, elaborado por las administraciones central y autonómica con el informe favorable del Patronato, órgano de participación social de este espacio protegido. Andalucía se convierte así en la primera comunidad autónoma que aprueba la planificación de un parque nacional enclavado en su territorio, como consecuencia de la gestión compartida que se lleva a cabo desde 1999 tanto en Doñana como en Sierra Nevada.

El nuevo PRUG, que tendrá un periodo de vigencia entre los años 2004 y 2009, centra sus prioridades en reforzar la protección de la biodiversidad, garantizar la integridad de los ecosistemas, ampliar sustancialmente la oferta de uso público y mejorar la regulación del tránsito rociero y de los aprovechamientos ligados a la ganadería, el marisqueo, la apicultura y la recogida de piñas.

En sus distintas medidas y propuestas, el documento refleja el amplio consenso social alcanzado en los últimos años en el sentido de avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible, más allá de los límites administrativos de protección ecológica, en una amplia comarca donde se integran 14 municipios de tres provincias andaluzas.

El plan define por primera vez con concreción la división de las 50.720 hectáreas que componen el parque nacional de acuerdo con sus distintos valores ecológicos. Se determinan así cuatro tipos de zonas, de las cuales las de reserva o máxima protección abarcan el 25% del territorio. Estas áreas, en las que sólo se permiten actividades de investigación, están integradas por el Coto del Rey, la Reserva Biológica de Doñana, la Reserva del Guadiamar, Las Salinas y la zona de influencia mareal del río Guadalquivir y Brazo del Este, los carrizales y eneales de Juncabalejo, los enebrales costeros y las vetas y paciles de Las Nuevas, al norte del Lucio de los Ánsares y El Hondón.

Las zonas de uso restringido son las que ocupan una mayor extensión (el 74,3% del espacio protegido) y en ellas se permite un cierto nivel de uso público e intervención humana. La división se completa con dos pequeños grupos de áreas: uno de uso moderado desde la franja de playa hasta el primer tren de dunas (0,6% del territorio) y otro integrado por las zonas de uso especial (0,1%), donde se ubican las instalaciones de uso público y servicios (centros de visitantes y núcleos del Palacio de Doñana y Marismillas).

Ampliación de itinerarios
El plan aprobado hoy introduce, entre sus principales novedades, una sustancial ampliación de la oferta de uso público por parte de los ciudadanos. De este modo, las concesiones de itinerarios pasan de las dos actuales a un total de once en las modalidades de vehículos, caballo, coche de caballos, bicicleta, senderismo y barco a través del Guadalquivir. Las rutas abarcarán el conjunto de los ecosistemas y la práctica totalidad del espacio salvo las zonas extremadamente sensibles reservadas a investigación.

También está prevista la adecuación y ampliación del Aula de Naturaleza de El Acebuche, situada junto al Parque Dunar de Matalascañas, y la gratuidad de las visitas divulgativas para los colectivos de los municipios que integran el parque nacional.

Respecto a las peregrinaciones rocieras por el interior del parque, el PRUG establece una nueva regulación -acordada con la Hermandad Matriz de Almonte que reduce de 17 a cinco fines de semanas al año este tipo de tránsito, reforzando las precauciones y desviando en muchos casos la ruta hacia la playa. Otra de las previsiones destacadas en el ámbito del uso público es la de reducir de forma gradual el tránsito de vehículos.

En el capítulo de aprovechamientos económicos, el Plan Rector de Uso y Gestión establece por primera vez desde el punto de vista normativo las condiciones mínimas que deben regir las diferentes actividades. Así, para la ganadería extensiva, se fija una carga máxima de 2.515 cabezas, integradas exclusivamente por especies y razas autóctonas. Como zonas de exclusión ganadera se determinan las Salinas, Cerrado Garrido, las dunas de Matalascañas y los enebrales de Marismillas.

También se establecen condiciones mínimas para la recogida de la piña, el marisqueo de la coquina y la apicultura, aunque en estos casos de forma provisional en tanto se aprueba la regulación definitiva en los correspondientes planes sectoriales.

La recogida de la piña se realizará con métodos tradicionales mediante sorteo entre las cuadrillas de recolectores, que estarán integradas por un máximo de diez. Sobre el marisqueo de la coquina, el plan permite a los pescadores documentados (un total de 160) utilizar sólo el rastro artesanal, con sujeción a la normativa general de vedas, tallas mínimas y cupos de extracciones. Por su parte, en lo relativo a la apicultura, se autoriza la producción de miel con variedades locales de abeja y un máximo de 50 corrales de entre 30 y 80 colmenas por cada uno de ellos. Esta actividad se excluye tanto en las zonas de reserva como en todas las áreas sensibles para la nidificación de especies amenazadas.

Plantación de alcornoques
En cuanto a la protección de la biodiversidad, las principales previsiones se centran en el desarrollo de nuevos programas de erradicación de especies invasoras y en la transformación de los eucaliptales que quedan en el parque hasta su total eliminación en 2009 (durante los últimos años se ha transformado el 60% del territorio que originariamente ocupaba esta especie en Doñana). También se llevará a cabo un plan de restauración integral de la zona de máxima reserva del Coto del Rey y se plantarán 2.000 ejemplares de alcornoques de gran porte. En líneas generales, las medidas de regeneración de la flora prestarán especial atención al alcornocal de la Pajarera, los carrizales y eneales de Juncabalejo y las zonas de bayuncales.

Para la fauna amenazada, el PRUG recoge básicamente la continuación y ampliación de los planes que se vienen desarrollando para recuperar las especies en peligro de extinción (como el lince ibérico, el águila imperial, el pato malvasía, la cerceta pardilla o el pez fartet) y fomentar la disponibilidad de especies presa. Como novedades reseñables, se llevará a cabo la limpieza total de restos de plomo en la zona del cerro de los Ánsares y se iniciarán programas para reducir de forma selectiva la sobreabundante población de zorros y jabalíes que actualmente existe en el parque.

Respecto a los recursos hídricos, y a la espera del plan específico de manejo que deberá aprobar el Patronato, el PRUG determina la instalación de sendas redes de control de calidad para las aguas subterráneas y para las superficiales de la marisma, además de la elaboración de un análisis detallado del acuífero que sustenta Doñana. También se recuperará la conexión hídrica entre los dos sectores de la laguna de La Soriana que actualmente están separados por la carretera El Rocío-Matalascañas.

El documento aprobado hoy se completa, finalmente, con diversas medidas para mejorar la recogida de residuos, implantar una red de vigilancia atmosférica, instalar sistemas alternativos de energía solar en las edificaciones del parque y ampliar la participación ciudadana a través de la constitución, dentro del Patronato de Doñana, de grupos de trabajo sectoriales sobre aprovechamientos, tránsitos y uso público.

Valores ecológicos
El Parque Nacional de Doñana, declarado en 1969, ocupa 50.720 hectáreas de marismas, dunas, pinares, alcornocales y monte mediterráneo en las provincias de Huelva y Sevilla, una superficie a la que próximamente se añadirán 3.531 nuevas hectáreas tras la conformidad dada por el Patronato al proyecto de ampliación.

Considerado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, el parque abarca los términos municipales de Aznalcázar (Sevilla) y Almonte e Hinojos (Huelva), si bien su área de influencia incluye las 55.327 hectáreas del parque natural que lo rodea y se extiende a otros once municipios: Bollullos Par del Condado, Bonares, Isla Mayor, La Puebla del Río, Lucena del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera, Pilas, Rociana del Condado, Sanlúcar de Barrameda y Villamanrique de la Condesa.

Último reducto virgen de las casi 200.000 hectáreas que hace tres siglos componían el área inundable del Bajo Guadalquivir, auténtica isla de naturaleza en una de las áreas de mayor población y dinamismo de Andalucía (el triángulo Cádiz-Huelva-Sevilla), Doñana sirve de refugio a las principales especies de la fauna ibérica en peligro de extinción, entre ellas el lince ibérico, el águila imperial, la malvasía y la focha cornuda.

Tres grandes ecosistemas conforman el Parque Nacional de Doñana: la marisma, terreno inundado durante la época invernal que acoge más de 300 especies diferentes de aves; las dunas móviles, situadas en una franja litoral de casi 40 kilómetros de longitud entre la desembocadura del río Guadalquivir y Matalascañas, y los pinares y cotos de monte mediterráneo, dominios del lince y el águila imperial donde sobreviven ejemplares de pino piñonero de hasta 300 años de antigüedad. Esta explosión de biodiversidad tiene su imagen más conocida en las denominadas pajareras, grandes alcornoques siempre repletos de aves en sus copas.

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