La llegada del exilio de Alfonso XII en la fragata “Navas de Tolosa”
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Código de referencia: AGA, Sánchez Ibargüen, Notificaciones de ascensos y condecoraciones, 2
Título: Real Provisión por la que Alfonso XII concede a José Sánchez Corbacho, guarda marina de 2ª clase, la Cruz de 1ª clase de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco, por su actuación en la Fragata Navas de Tolosa.
Fecha: 1875, junio, 24. Madrid
Nivel de descripción: unidad documental simple
Características físicas: 2 hojas, folio
José David Sánchez de Ibargüen y Corbacho
José David Sánchez de Ibargüen y Corbacho nació en Montellano el día 29 de octubre de 1852, hijo de Benito Sánchez de Ibargüen y María del Carmen Corbacho. Muy joven inició los estudios de marina en la Academia de San Fernando en Cádiz, ingresando en 1871 como aspirante en el Cuerpo General de la Armada. Sucesivamente fue ocupando los puestos de Guardia Marina, Alférez de Navío y Teniente de Navío, hasta que en 1896 fue nombrado Segundo Comandante del crucero “Don Juan de Austria” y enviado a Filipinas, para contener el creciente movimiento de sublevación indígena.
El 1873, estando embarcado en la fragata gubernamental “Navas de Tolosa”, participó en el bloqueo del puerto de Cartagena en el contexto de la guerra cantonal. El 11 de octubre de este año intervino en la combate naval de Portmán que enfrentó frente al cabo de Palos a las fuerzas navales del Cantón de Cartagena con la escuadra gubernamental bajo el mando del contralmirante Miguel Lobo y Malagamba.
En enero de 1875, como tripulante de la fragata “Navas de Tolosa”, estuvo presente en el viaje que trajo a Alfonso XII del exilio, lo que le valió la concesión de la Cruz de primera clase de la Órden del Mérito Naval con distintivo blanco.
En 1896, llegado a Filipinas, ayudó a sofocar una insurrección en Manila y llevó a cabo operaciones de castigo sobre los puertos de Cavite y Noveleta. En mayo de 1897 fue nombrado Comandante de la Sección de Fuerzas Navales de la Laguna de Lanao, enclave estratégico de la isla de Mindanao, que había sido sometido en 1891 por el General Weyler. Bajo su mando se encontraba una flotilla compuesta por los cañoneros “Lanao”, “General Blanco”, “Almonte” y “Corchera”, tres chalanas y tres botes de remos. Con esta dotación sometió durante dos años a las rancherías de indígenas hostiles que ocupaban el litoral de la laguna. Tenía su campamento base en la población de Marahui, puerto situado al norte de la laguna, en la embocadura del río Agus, por el que ésta desaguaba al mar abierto, en la bahía de Lligán. Regresó a España en abril de 1899, pasando más tarde a la situación de excedencia y recibiendo varias condecoraciones por las operaciones de guerra en las que había participado en Filipinas. En 1902 fue nombrado para la Ayudantía de Marina del distrito de Ayamonte, cargo que abandonaría poco después para pasar a la situación de supernumerario.
La Real Provisión de concesión a José Sánchez Corbacho de la Cruz de 1ª clase de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco
Entre los documentos custodiados en el Archivo General de Andalucía se encuentra esta Real Provisión de concesión de Cruz de 1ª clase de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco a don José Sánchez Corbacho. El documento, como casi todos los documentos de archivo, nos ofrece distintas lecturas atendiendo a la óptica con la que nos acerquemos a él. De un lado, si lo observamos con la lente de la macrohistoria nos proporciona una imagen del tumultuoso siglo XIX español, enfocada a la Restauración en el trono de la dinastía borbónica tras el turbulento Sexenio revolucionario. Si utilizamos la lente de la intrahistoria del personaje receptor de la concesión obtenemos, entre otras, la visión de los comienzos de la carrera militar de José Sánchez Corbacho. Por último, si miramos con la lupa de la microhistoria del documento nos aporta la imagen de la génesis documental en relación con el contexto socio-político en que la Real Provisión fue generada.
Si nos centramos en esta mirada de la Real Provisión como fuente de análisis para la historia del documento, observamos que los documentos no son objetos estáticos que solo sirven de soporte de una información o mensaje, sino que llegamos a la conclusión que los caracteres internos y externos que los configuran responden al contexto histórico en que fueron creados. El poder siempre ha encontrado en el documento un instrumento perfecto en el que sostenerse, y no solo por la información que éstos contienen, sino también como eficaces herramientas de propaganda y sumisión. En los elementos internos y externos que constituyen a los documentos encontramos jerarquías, fórmulas, medios de validación, etc. que se convierten en efectivos mecanismos de persuasión. Valgan como ejemplos algunos de los caracteres internos que encontramos en este documento. Por ejemplo, la intitulación “Don Alfonso XII, Rey Constitucional de España” ya nos esta situando en un contexto político nuevo, nos habla de un régimen político distinto, no solo con respecto a la República derrocada, sino con las monarquías anteriores y con la monarquía absolutista del pretendiente carlista. Con la fórmula de legitimación “Rey Constitucional”, Alfonso XII asienta su poder en la Constitución frente a las fórmulas de legitimación divina “por la gracia de Dios” propias de las monarquías del Antiguo Régimen. Por otro lado, esta legitimación que nos sitúa ante un régimen monárquico liberal y parlamentario no llega a ser tan excesivo como el utilizado por el monarca anterior Amadeo I de Saboya que se legitimaba con la fórmula “por voluntad de las Cortes Soberanas”.
La fragata Navas de Tolosa
La Navas de Tolosa (1865-1893), fue una fragata de hélicede 1ª clase de la Armada Española, con casco de madera y propulsión mixta a vapor y velas, que recibía su nombre en honor a la localidad de Las Navas de Tolosa, y a la batalla que allí tuvo lugar. La fragata, en tiempos de la vela y de los primeros vapores, ocupaba un lugar preferente en las Armadas de la segunda mitad del siglo XIX. La fragata de hélice Navas de Tolosa disponía de una sola batería con 50 cañones, con un aparejo de tres palos cruzados y contaba con una chimenea móvil.
Fue construida en 1865 en el Arsenal de la Carraca de Cádiz con un casco de madera y unas dimensiones de 84 m. de eslora, 15 m. de manga y 8,80 metros de calado. La Navas de Tolosa desplazaba 4.460 toneladas a una velocidad máxima de 12 nudos, para lo que contaba con un motor de vapor de 600 caballos nominales y 2.400 indicados.
Entre la acciones navales en las que estuvo presente destaca su actuación en la Guerra Cantonal, en un principio se sumó en principio a la Revolución Cantonal de 1873 de Cádiz y fue difícilmente dominada por un grupo de marineros leales. Su participación contra las tropas cantonales resultó muy importante, especialmente en el Combate naval de Portmán. Dos años después, en esta fragata llegó Alfonso XII a Barcelona el 9 de enero de 1875 procedente de Marsella.
La llegada del exilio de Alfonso XII en la fragata “Navas de Tolosa”
El 7 de enero de 1875 la fragata de hélice de la Armada Española “Navas de Tolosa” partía del puerto de Marsella con un pasajero muy especial, el recientemente proclamado rey de España, Alfonso XII de Borbón. La travesía que llevaría al nuevo monarca hasta el trono español también ponía fin al viaje, mucho más convulso, que había vivido España desde el derrocamiento de Isabel II en septiembre de 1868 con el triunfo de “la Gloriosa”. En este período de apenas seis años el país conoció un Gobierno provisional (1868 - enero 1871), el reinado de Amadeo I de Saboya (enero 1871 – febrero de 1873), la Iª Républica (febrero de 1873 – diciembre de 1874) y, finalmente, la Restauración borbónica, que comienza tras el pronunciamiento del General Martínez Campos en Sagunto y la llegada de Alfonso XII a Valencia el 11 de enero de 1875 a bordo de la Navas de Tolosa.
El viaje de la fragata Navas de Tolosa posee una importancia trascendental en el devenir de la Historia de España y de esta forma es percibida por los contemporáneos que vivieron aquellos momentos. La travesía será seguida de forma presencial por corresponsales de prensa que no dejan de narrar los más mínimos detalles de la misma. Entre ellos cabe rescatar como curiosidad el poema “improvisado” por D. Patricio Aguirre de Tejada, secretario del Ministerio de Marina, y leído en la mesa del rey, publicadopor el diario político La Época el 11 de enero de 1875, que dice:
A S.M. EL REY D. ALFONSO XII, EN SU VIAJE A ESPAÑA A BORDO DE LA FRAGATA DE GUERRA NAVAS DE TOLOSA
Llenos de justa arrogancia,
y a nuestra patria esquivando,
íbamos, señor bogando
hacía las playas de Francia.
Que allí cual perla escondida,
que es de su dueño decoro,
estaba el mayor tesoro
de nuestra patria querida.
Y al buscarle el alma ansiosa,
con ella vinieron fieles
el recuerdo y los laureles
de las Navas de Tolosa.
Nombre en que inmenso solaz
el pueblo español encierra;
hasta hoy glorioso en la guerra,
desde hoy glorioso en la paz.
Que el he de unir en la historia,
brillando con pura llama,
de dos Alfonsos la fama,
de dos Alfonsos la gloria.
No más duelos ni temores,
ceda al placer el dolor,
y ven a ocupar, señor,
el sólido de tus mayores.
Sucumba al verte en su encono
guerra atroz al bien esquiva;
brote pacífica oliva
de entre las gradas del trono.
Y al zumbar de los cañones
en tan solemne momento
estalle al fin el contento
de los buenos corazones.
De honor la inflexiva ley
así en el alma lo ha escrito
una voz, un voto, un grito:
¡Por la patria y por el rey!
A bordo de la fragata Navas de Tolosa y en la mar a 6 de enero de 1875.
Como acontecía y acontece cuando se produce un hecho histórico relevante al que se pretende dar visos de trascendencia, el viaje de la Fragata Navas de Tolosa terminó por inmortalizarse en una medalla conmemorativa. En el anverso de la medalla aparecía grabado el busto de perfil de Alfonso XII rodeado de la leyenda “ALFONSO XII REY DE ESPAÑA VUELTO A LA PATRIA · MDCCCLXXV”, mientras que en el reverso se grababa la silueta de la fragata navegando y encima la leyenda “MARSELLA 7 DE ENERO · VALENCIA 11 DE ENERO”, al pie “NAVAS DE TOLOSA” y debajo una flor de lis.
La participación en este viaje también tuvo repercusión en la carrera militar de los tripulantes de la Navas de Tolosa. Como vemos por el documento del mes, por Real Decreto de gracias de 25 de mayo de 1875 se concedía la Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco a la dotación de la fragata Navas de Tolosa que participó en la travesía que trajo a Alfonso XII a España desde el exilio.