El fotógrafo Alberto García-Alix presenta en el Centro Andaluz de la Fotografía ‘De donde no se vuelve’, una pieza audiovisual sobre su obra
Autorretrato con chaleco. 1989. © Alberto García-Alix
El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) de la Consejería de Cultura y Deporte, gestionado a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales en Almería, acoge la proyección ‘De donde no se vuelve’, una obra audiovisual sobre el trabajo de Alberto García-Alix, Premio Nacional de Fotografía. Esta pieza audiovisual que sólo se exhibe en centros de arte, se podrá ver este martes en presencia del autor y del director del CAF, a partir de las 19:00, con entrada libre hasta completar aforo. Esta semana, además, el Centro dedica una jornada al trabajo del fotógrafo Carlos Pérez Siquier con la proyección, el jueves 12, del documental ‘Azul Siquier’, de Felipe Vega.
‘De donde no se vuelve’ es una creación audiovisual de cuarenta minutos de duración, en la que García Alix reflexiona, a través de su propia voz y desde un presente subjetivo, sobre su pasado y sobre su trabajo fotográfico. Esta cinta se ha realizado con motivo de la exposición homónima celebrada en 2008 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) y en ella, el fotógrafo viaja por su vida y su memoria a través de imágenes en un tono íntimo y poético. Se trata de una actividad muy exclusiva, ya que de la obra solo existen tres copias y únicamente se muestran en presencia del autor o durante sus propias exhibiciones. Hoy se podrá ver en Almería con la presencia García-Alix que mantendrá un coloquio con el director del CAF, Juan María Rodríguez, y con el público asistente.
"García-Alix es un ejemplo emocionante de compromiso vital con la fotografía, a la que se ha entregado como un poeta obsesivo. Muchas de sus imágenes pueblan el imaginario de, al menos, dos generaciones de españoles y desbordan la etiqueta restrictiva de "fotógrafo de la Movida" en la que no puede ser reducido. Su intensa y dolorosa experiencia vital con una cámara constituye uno de los viajes creativos más fascinantes de la cultura española contemporánea. Es un orgullo tenerlo en el CAF", comenta Rodríguez sobre la actividad.
Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido el fotógrafo leonés destacan el Premio Nacional de Fotografía (1999), el Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid (2004), el Premio PHotoEspaña (2012), y finalista del Premio Deutsche Börse (2014), además de ser nombrado Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras de Francia (2012), y más recientemente en 2019, el Ministerio de Cultura español le concede la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Como autor, García-Alix ha publicado una docena de libros de fotografía y diversas obras audiovisuales. En 2017, PhotoEspaña le concede una “carta blanca” como comisario que le permite convocar, bajo la temática de “lo sublime y lo heterodoxo”, a los fotógrafos internacionales Paulo Nozolino, Antoine d'Agata, Pierre Molinier, Teresa Margolles, Karlheinz Weinberger y Anders Petersen, siendo la muestra de éste último la más visitada, superando la cifra un millón de visitantes, récord en los veinte años de historia del festival.
El CAF proyecta el documental ‘Azul Siquier’, de Felipe Vega
El CAF pone el foco además esta semana en la vida y la obra de Carlos Pérez Siquier, uno de los pioneros de la vanguardia fotográfica en España. Así, el día 12, a las 19:00 horas, con entrada libre hasta completar aforo, se proyectará en el Centro ‘Azul Siquier’, de Felipe Vega, documental sobre la obra del fotógrafo almeriense, Premio Nacional de Fotografía 2003 y una pieza fundamental en la formación de la modernidad fotográfica en España que llevó toda su vida enfrentada a la luz y al color de su tierra, Almería.
Este documental narra esa experiencia humana: mirar a través de un visor y encontrar cómo atraparla con tanto talento. Es, en el fondo, la historia de una mirada llena de humor y melancolía. Incluye el blanco y negro de La Chanca y el azul, o un uso de este color, que ya se identifica como suyo. Siquier comenzó por fotografiar un barrio de su ciudad, La Chanca, que tan bien describió en su libro el novelista Juan Goytisolo. Y Carlos dedicó casi quince años de su vida a reflejar un mundo de pobreza, dignidad y belleza por partes iguales. Y sus fotografías comenzaron a triunfar en Europa. Luego se cansó de la realidad e inventó otra a partir de la arena, la tierra del desierto y el mar de su juventud. Y se convirtió en un precursor del color sin saberlo.
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