Conjunto Monumental de la Alhambra y Generalife

Información general

Dirección
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Calle Real de la Alhambra S/N, 18009
Granada (Granada)
Telefono
958 027 971
958 027 900
Fax
958 027 950
Estado
Abierto
Horario

Del 15 de marzo al 14 de octubre, lunes a domingo de 08:30 a 20:00; martes a sábado de 22:00 a 23:30.

Del 15 de octubre al 14 de marzo, lunes a domingo de 08:30 a 18:00; viernes, sábados de 20:00 a 21:30.

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Descripción

La Alhambra es la realización artística más importante del último sultanato islámico de la Península Ibérica. Sus constructores, los Nazaríes (1238-1492), supieron aglutinar las actividades artística y cultural con una política constante de pactos y campañas militares, manteniendo así un Estado fuerte y cohesionado.

Herederos de la tradición artística hispanomusulmana, los Nazaríes culminan brillantemente el proceso de evolución de la civilización islámica en suelo europeo, más avanzada en su desarrollo que la de sus antagonistas feudales cristianos. Junto con la Mezquita de Córdoba, la Alhambra constituye una de las manifestaciones artísticas más universales del Islam. Los sultanes Nazaríes utilizaron para la sede de su corte la colina de la Sabika, último avance de Sierra Nevada en la fértil vega granadina, lugar privilegiado para la vigilancia y la observación de los contornos de la capital del Estado.

Las antiguas y pequeñas construcciones, fundamentalmente de vigilancia, allí existentes con anterioridad incluso al siglo XI, fueron transformándose a partir del primer tercio del siglo XIII, donde pasó a un gran complejo amurallado con una clara vocación aúlica y cortesana. En ese desarrollo pueden claramente observarse sucesivas etapas de formación, apogeo y decadencia, a través de una serie de realizaciones artísticas y constructivas efectuadas a lo largo del tiempo.

La Alhambra no fue una construcción estática y única, edificada en un momento determinado, sino el fruto de una evolución, de sucesivas adaptaciones y ampliaciones. Su complejo constructivo se estructura fundamentalmente en cuatro recintos diferentes, pero con una dependencia mutua.

La Alcazaba, propiamente la fortaleza militar, construida en el solar más antiguo de la Alhambra, pronto quedó destinada a un uso puramente castrense al encontrarse en la parte más elevada de la colina.

La Medina, concebida con un carácter artesanal y de servicio de las necesidades de la corte, distribuida como una auténtica ciudad en miniatura, conserva las ruinas de varias casas, baños e industrias en torno a una serie de callejas y plazas características, ocupando la parte más extensa del complejo amurallado, centrada en lo que se ha llamado "La Alhambra Alta".

Los Palacios son independientes entre sí y tienen una jerarquización gradual; se han podido identificar cinco palacios pertenecientes al sultán, el del Partal, Isma}il I, Comares, Leones y Yusuf III, todos ellos en una definida zona palacial, al margen de al menos otros dos, de los Abencerrajes y del ex-Convento de San Francisco, localizados ambos en la Medina.

Finalmente, las construcciones anejas, planificadas como fincas de recreo y aprovisionamiento, servían además de vigilancia y protección, estando distribuidas en los contornos próximos a la Alhambra, y entre las que se incluyen el Generalife y el desaparecido Palacio de los Alijares, además de las Torres Bermejas.

Una de las características más sorprendentes de la Alhambra es la liviandad de sus construcciones en general, que, sin embargo, sabiamente decoradas, las convirtieron en auténticas joyas estéticas.

Aunque desnuda de toda clase de mobiliario, y desaparecida en gran manera la policromía de sus decoraciones, nos ha quedado al menos el testimonio de su dedicación, perpetuada y resumida en el lema de la dinastía, wa la galiba illa Allab (no hay vencedor sino Dios), tan repetido en los paramentos de sus construcciones, entre innumerables citas religiosas y composiciones poéticas como muestra de un espíritu vivo más allá de las "simples" construcciones materiales.

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