Biblioteca Pública del Estado - Biblioteca Provincial de Málaga

La Biblioteca se crea a raíz de la desamortización eclesiástica iniciada en 1835, conocida como de Mendizábal, se confiscaron los bienes del clero regular excluyéndose los objetos de arte, que pasaron a las bibliotecas provinciales o a las universitarias. En un primer momento estuvo instalada en el Instituto de Enseñanza Media.

Con la creación de las bibliotecas públicas provinciales se pretendía despertar el interés por la lectura entre las clases medias y la población estudiantil.

En 1933 se inicia una segunda etapa de la Biblioteca, al trasladarse a un local céntrico, un piso alquilado en la Alameda,  y tomar el nombre de Biblioteca Popular Ricardo de Orueta, otro ilustre malagueño, por entonces Director General de Bellas Artes. Más tarde, en 1937, vuelve a cambiar de nombre por el de Biblioteca Pública Cervantes.

En un informe redactado en 1939 se da cuenta de las lamentables condiciones en que se encuentra, así como de que, desde 1934, se encuentran embalados los fondos procedentes de la desamortización para ser remitidos a la Biblioteca Depósito de Alcalá de Henares. 

En 1940 se le encargó el diseño de un nuevo edificio que albergase la Biblioteca y el Archivo a Luis Moya Blanco. El 29 de abril de 1956 se inaugura la Casa de Cultura donde se instala la Biblioteca, en la que se integran los 8.000 volúmenes de los fondos procedentes de los antiguos conventos. 

En las obras realizadas en los jardines de la Casa de Cultura, surgieron unos sillares que denotaban importantes restos arqueológicos. Tras años de investigaciones y debates, a finales de 1994 la Biblioteca se traslada a un edificio provisional, acondicionado por la Junta de Andalucía, a quien, por Real Decreto número 864/1984, de 29 de febrero (BOE 11/05/1984), le fue transferida la gestión de la Biblioteca. La antigua Casa de Cultura fue demolida para recuperar el Teatro Romano, inaugurado en 2010 su centro de interpretación.

Finalmente, en noviembre de 2019, el ministro de Cultura, José Guirao, anunció que el proyecto de la biblioteca de San Agustín estaba terminado para el convento de San Agustín, asignándose al arquitecto Luis Arranz. Finalmente, las obras comenzaron en 2022 y está previsto que los trabajos finalicen en 2026.

El nombre completo de la institución, Biblioteca Pública del Estado-Biblioteca Provincial de Málaga, responde a dos cuestiones: 

Por un lado, a la titularidad estatal del edificio y sus fondos fundacionales. Prácticamente desde mediados del s. XIX, la titularidad de la biblioteca y de los fondos más antiguos que conserva siguen perteneciendo a la Administración Central del Estado, y en concreto al Ministerio de Cultura, a pesar de ser gestionados por la Junta de Andalucía. Y por otro lado, su nombre responde a la adscripción de la biblioteca a la Delegación Provincial de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte en Málaga, desde que en 1984 el Estado transfiriese las competencias en material de Cultura a la Comunidad Autónoma de Andalucía mediante Real Decreto 864/1984 de 29 de febrero.