Adiciones a la Doctrina del Cavallo y Arte de Enfrenar de don Gregorio de Zúñiga : Cabra, 1731
Información general
Resumen de la publicación
El manuscrito Adiciones a la Doctrina del Cavallo y Arte de Enfrenar de don Gregorio de Zúñiga, obra de Alonso García, jinete cordobés de los siglos XVII y XVIII, es una obra inédita, fechada en 1731, en la que su autor glosa y comenta un tratado hípico anterior, la Doctrina del Cavallo, publicada por don Gregorio de Zúñiga en Lisboa, en 1705. Una edición que no solo transcribe el manuscrito original, sino que se halla precedida por diversos estudios, realizados por profesores, investigadores y conocedores del mundo ecuestre y de sus hábitos, costumbres, corporaciones e instituciones durante la Edad Moderna: Fátima Halcón Álvarez-Ossorio ha trabajado sobre marcas y divisas ganaderas andaluzas desde el siglo XVIII y su futura evolución en el tiempo; también lo ha hecho acerca del simbolismo, el desarrollo y la iconografía propios del retrato ecuestre, símbolo de prestigio y poder. Juan Carpio Elías ha estudiado en sus páginas las Caballerizas Reales de Córdoba, lugar en donde se formó (bajo la influencia de su teniente de caballerizo mayor, don Antonio de Cárdenas y Guzmán) nuestro autor, Alonso García, natural de dicha ciudad. José Campos Cañizares nos ha hablado acerca de los modos caballerescos en los juegos y deportes ecuestres desarrollados en las plazas públicas de las ciudades españolas en el ocaso del siglo XVII y en los inicios del XVIII, comparando las propuestas de don Gregario de Zúñiga en su Doctrina del Cavallo y de Alonso García en sus Adiciones, recogiendo el cambio que supondría la adopción mayoritaria en este último siglo del toreo a pie; Gerardo García León nos ofrece el resultado de sus pesquisas en el extraordinario archivo del marqués de Peñaflor, de donde ha extraído cuentas e inventarios relativos a sus cuadras, pero también una sorprendente correspondencia entre el propio marqués y el duque de Alba, los condes de Aranda o de Floridablanca, Grimaldi o Campomanes, toda ella bajo el común denominador del interés aristocrático por el mundo ecuestre. Y por último, Juan Cartaya Baños, ha estudiado directamente al propio autor y su devenir vital y profesional, contextualizando con él a sus contemporáneos, aristócratas y hombres de caballo que compartieron experiencias y enseñanzas en caballerizas, picaderos y cuadras.