Los precios aumentan un 0,3% durante el pasado mes de agosto
El índice de precios de consumo (IPC) ha experimentado un aumento del 0,3% durante el pasado mes de septiembre, una décima más que el conjunto nacional. Con este dato, la tasa de inflación de Andalucía se sitúa en el -0,3%, una décima menos que la media de España (-0,2%).
Este incremento viene explicado por el aumento en vestido y calzado (5,7%), por el inicio de la temporada de invierno tras las rebajas; y vivienda (1,7%), debido a la subida del precio de la electricidad. Por el contrario, los precios se reducen en ocio y cultura (-2%), por la bajada del viaje organizado (-10,9%) propia de este mes; y hoteles, cafés y restaurantes (-1%), debido a hoteles y otros alojamientos (-13,3%).
Por componentes y en términos interanuales, los mayores descensos corresponden a comunicaciones (-5,9%), por los equipos y servicios telefónicos; ocio y cultura (-3%), sobre todo por los equipos y soportes audiovisuales, fotográficos e informáticos (-8,4%); y transporte (-1,2%), especialmente por los carburantes y combustibles (-3,1%).
En el lado opuesto, los mayores aumentos se experimentan en vivienda (3%), fundamentalmente por la electricidad, el gas y otros combustibles (5,8%); enseñanza (1,4%); y otros bienes y servicios (1,1%), debido principalmente a los seguros (3%).
La Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo considera que el comportamiento de los precios en España es preocupante, con tasas de crecimiento interanual negativas por tercer mes consecutivo. De esta forma, la tasa de inflación se sitúa en España en el -0,2% en septiembre y en Andalucía en el -0,3%, registrando la mayoría de comunidades autónomas tasas negativas. Con estos resultados, la inflación de la economía española se sitúa medio punto por debajo de la avanzada para la Zona Euro (0,3%).
En cualquier caso, tanto Andalucía como España y la Zona Euro se encuentran con tasas de inflación muy por debajo del objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (2%), que ya empiezan a alertar del riesgo que supone esta situación. En este sentido, el propio Comité Ejecutivo del BCE ha manifestado que “si nuevos contratiempos afectan a la economía europea, podríamos acabar en una deflación”. Asimismo, el FMI advierte en su último informe de previsión que un período prolongado de inflación baja o una deflación propiamente dicha, podría suponer un riesgo para la actividad y la sostenibilidad de la deuda en algunos países.
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