La Junta estudiará las aves fringílidas y su cría en cautividad para la viabilidad del silvestrismo
Imagen de un jilguero.
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha informado este martes durante la celebración del Consejo de Gobierno de las acciones puestas en marcha para el seguimiento de las poblaciones de aves fringílidas en Andalucía y el potencial desarrollo de la práctica del silvestrismo. Dichas actuaciones se han centrado en el refuerzo del estudio científico de las poblaciones de fringílidos en determinadas comarcas de Andalucía y en el análisis de la viabilidad de su cría en cautividad. De esta forma, la Administración autonómica cumple un nuevo punto del Pacto Andaluz por la Caza, firmado con la Federación Andaluza de Caza (FAC) en 2022.
En Andalucía, la actividad cinegética juega un papel crucial en el mantenimiento del medio rural y el impulso económico de las zonas más despobladas. Con más de 256.000 personas cazadoras con licencia, de las cuales más de 100.000 están federadas, esta práctica representa la tercera actividad deportiva más importante de la comunidad autónoma. Cuenta también con más de 7.500 cotos de caza, privados o deportivos, y Reservas Andaluzas de Caza, que abarcan el 81% por ciento del territorio y casi siete millones de hectáreas. Según datos recientes, la caza genera más de 45.000 empleos, de los cuales 12.000 son directos, y mueve un impacto económico global que supera los 3.500 millones de euros anuales, destacándose como un motor clave para la economía andaluza.
En este contexto, el silvestrismo, una tradición que combina la captura y el cuidado de aves fringílidas en cautividad para su adiestramiento al canto, tiene una fuerte vinculación con el medio rural. Con el objetivo de garantizar la viabilidad de esta práctica de manera sostenible y conforme a las normativas europeas y nacionales, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha diversas acciones. Entre ellas, destaca la colaboración con la Universidad de Alcalá de Henares para la ejecución de una experiencia piloto que incluye el anillamiento y el seguimiento detallado de estas aves en el territorio andaluz.
La iniciativa, contratada el pasado 8 de noviembre, tiene un plazo de ejecución de 11 meses e incluye dos líneas de actuación principales. Por un lado, se evaluarán las poblaciones de especies como el jilguero (Carduelis carduelis), el verderón común (Carduelis chloris) y el pardillo común (Carduelis cannabina), centrándose en sus hábitos migratorios y características físicas y sanitarias. Por otro lado, se elaborará un informe científico que analizará la viabilidad de la cría en cautividad de estas especies, incluyendo un estudio de las experiencias existentes en España.
El proyecto también contempla la recopilación de datos sobre el flujo migratorio de estas especies en áreas estratégicas como el Campo de Gibraltar, así como la propuesta de directrices para la gestión y conservación de los fringílidos en Andalucía. Entre las medidas se incluyen actuaciones específicas en el ámbito agrícola y forestal, cambios en el uso del suelo y mejoras en la gestión de zonas verdes urbanas.
El marco normativo que regula estas actuaciones se sustenta en la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que establece la protección de las especies silvestres y la posibilidad de excepciones para casos justificadamente autorizados. En este sentido, la Junta de Andalucía busca aunar la conservación de la biodiversidad con la promoción de tradiciones como el silvestrismo, siempre bajo criterios de sostenibilidad y respeto por los ecosistemas.
Ante la ausencia de iniciativas similares por parte del Gobierno de España en relación con la evaluación del silvestrismo, la Junta de Andalucía ha asumido la responsabilidad de impulsar estos estudios, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, que enfatizan la necesidad de contar con una entidad científica solvente e independiente. En este sentido, estamos avanzando con el apoyo de otras Administraciones autonómicas para garantizar un enfoque riguroso y objetivo que permita valorar esta actividad desde una perspectiva científica.
El silvestrismo es reconocido como una actividad que contribuye al arraigo de las comunidades rurales y fomenta el conocimiento y la sensibilidad hacia la fauna silvestre. Para ello, el proyecto incluye la elaboración de contenidos educativos orientados a los aficionados, con el objetivo de reforzar la conciencia ambiental y las prácticas buenas dentro del colectivo silvestrista.
Al finalizar la experiencia piloto, se prevé contar con un informe científico exhaustivo que no solo evalúe la situación actual de las poblaciones de fringílidos en Andalucía, sino que también ofrecerá propuestas concretas para su gestión. Entre los resultados esperados se incluye la posibilidad de capturas regulares excepcionales bajo autorización administrativa, en cumplimiento de la normativa vigente.
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