La Junta constituye una Mesa Técnica para combatir la caza furtiva de aves acuáticas en el Bajo Guadalquivir

El Proyecto LIFE Cerceta Pardilla impulsa esta iniciativa como herramienta clave para coordinar la respuesta frente al furtivismo en humedales estratégicos para especies en peligro crítico
Andalucía, 08/07/2025

La Junta de Andalucía ha constituido la ‘Mesa Técnica de lucha contra la caza furtiva de aves acuáticas en el Bajo Guadalquivir’, una iniciativa pionera que nace con el objetivo de reforzar la coordinación institucional y operativa frente a un problema grave que pone en riesgo la conservación de especies amenazadas como la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris).

En la creación de esta Mesa, que tuvo lugar este jueves en una reunión convocada por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, han participado representantes de los cuatro cuerpos policiales con competencias en la materia —Guardia Civil, Policía Nacional, Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Policía Nacional Adscrita a la comunidad de Andalucía— así como la Fiscalía de Medio Ambiente.

Este nuevo espacio de trabajo es uno de los principales frutos del Proyecto LIFE Cerceta Pardilla, cofinanciado por la Unión Europea, que promueve acciones específicas para recuperar esta especie declarada en situación crítica en España. Según ha explicado Alberto Sanabria, coordinador regional del Plan de Recuperación y Conservación de Aves de Humedales de Andalucía y responsable del proyecto LIFE en la región, “la caza furtiva sigue siendo una de las amenazas más persistentes y difíciles de erradicar, como ha demostrado el seguimiento satelital de ejemplares marcados por el proyecto. La constitución de esta Mesa supone un paso adelante fundamental para poder actuar de forma más rápida, coordinada y eficaz”.

El entorno de la marisma del Guadalquivir, desde su estuario hasta las zonas transformadas en ambas márgenes del río, alberga una enorme riqueza ecológica y constituye un enclave estratégico para millones de aves acuáticas a lo largo de su ciclo vital. Su diversidad de hábitats, tanto naturales como artificiales, y los procesos ecológicos que alberga, lo convierten en un área de invernada, alimentación y reproducción de alto valor para muchas especies migratorias, algunas en grave peligro. Sin embargo, la complejidad física del medio y el arraigo de prácticas tradicionales de caza han favorecido, en determinadas zonas, la normalización del furtivismo, alcanzando niveles especialmente preocupantes en el Bajo Guadalquivir.

“La caza furtiva de aves acuáticas no es solo una infracción administrativa o un delito ambiental, sino un obstáculo real para el éxito de los planes de recuperación de especies protegidas”, ha afirmado Juan Antonio Martín, jefe de servicio de Geodiversidad y Biodiversidad de la Junta de Andalucía. “Hemos considerado prioritario articular una respuesta técnica y operativa que refuerce la capacidad de vigilancia y disuasión en estos espacios tan sensibles”, ha añadido.

El impulso definitivo para la constitución de la Mesa Técnica surgió a raíz de la jornada celebrada el pasado 20 de febrero en la sede de la Fundación Biodiversidad en Sevilla, bajo el título ‘Acciones coordinadas para la lucha contra la caza furtiva de aves acuáticas en la marisma del Guadalquivir’. En este encuentro, organizado por el LIFE Cerceta Pardilla, participaron tanto responsables del proyecto como miembros de los cuerpos policiales y personal técnico especializado, integrantes de AMAYA a través de la Estrategia Andaluza contra el Veneno y el Plan de recuperación y conservación de aves de humedales. Asimismo, se contó con la participación de la Federación Andaluza de Caza, que ha demostrado su compromiso firme de colaboración con la Consejería en la conservación de especies de aves acuáticas amenazadas. Entre las principales conclusiones de la jornada, se propuso crear una estructura estable de colaboración interinstitucional como herramienta para mejorar la efectividad de las actuaciones.

Campañas preventivas

La nueva Mesa Técnica nace con una vocación operativa, pero también estratégica. Durante esta primera sesión se ha acordado establecer una estructura de trabajo que abarque desde el nivel regional hasta el nivel más operativo, con canales claros de comunicación y protocolos comunes de actuación. También se ha avanzado en la planificación de campañas preventivas, refuerzo de los dispositivos de vigilancia en época sensible para las aves y actuaciones rápidas ante la detección de delitos.

Tanto Martín como Sanabria han coincidido en destacar que esta coordinación será útil para proteger a la cerceta pardilla, así como otras muchas especies que dependen de estos ecosistemas, y cuyos niveles poblacionales pueden verse gravemente afectados por la presión cinegética ilegal. “La cerceta pardilla es una especie paraguas: si conseguimos protegerla, estamos protegiendo a todo el ecosistema del que forma parte”, ha subrayado Sanabria. En ese sentido, ha indicado que “la implicación activa de los cuerpos policiales, la fiscalía y los agentes medioambientales demuestra que existe una voluntad común para acabar con esta amenaza desde todos los frentes posibles y pone de manifiesto la voluntad de colaboración y coordinación entre todos los agentes implicados”.

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