Estrategia 2023-2028 del Open Data Institute
En los próximos cinco años, la inteligencia artificial (incluidas herramientas como ChatGPT, Google Bard, Stable Diffusion y DALL-E) y la automatización, ambas impulsadas por datos, transformarán el crecimiento económico y la actividad, a través de una economía basada en los servicios que viene a complementar nuestra economía basada en el producto. En este escenario, los datos serán un requisito previo esencial para el avance en la construcción de la IA y otros sistemas digitales cada vez más capaces. Y el Open Data Institute (ODI) tiene un papel fundamental que desempeñar en la construcción de un ecosistema de datos abierto y confiable del que dependan nuestros sistemas de IA.
El Open Data Institute (ODI) es una institución sin ánimo de lucro, ya que buena parte de sus productos y servicios (informes, herramientas y seminarios web) son de acceso libre y gratuito, que tiene como misión la colaboración con empresas y gobiernos para la construcción de un ecosistema de datos abiertos que sea confiable y que beneficie a personas, empresas, gobiernos y sociedad civil, aumentando los flujos de datos, mejorando las habilidades y capacidades y fomentando la innovación. Fue fundada en 2012 por sir Tim Berners-Lee, conocido por ser el padre de la World Wide Web, y sir Nigel Shadbolt, profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad de Oxford. El lema del instituto es “queremos un mundo donde los datos funcionen para todos”.
Desde que se fundó el ODI en 2012, la cantidad de datos creados a nivel mundial ha crecido de manera exponencial. Statista informó que el volumen de datos e información creado, descargado, copiado y consumido en todo el mundo alcanzaría los 97 zettabytes en 2022, frente a 6,5 zettabytes en 2012. Un zettabyte equivale a un billón de gigabytes. Unos datos que se han convertido en la fuerza motriz de las empresas, las comunidades y la sociedad.
Objetivos de la ODI
La ODI, dando respuesta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU y con una comunidad de miembros muy comprometida y activa, aboga y apoya prácticas que aumenten la confianza y la honradez, incorporando aquellas consideraciones éticas que influyen en cómo se recopilan, gestionan y utilizan los datos, y cómo se garantiza la equidad en torno a quién puede acceder a ellos y cómo se utilizan, comprometiéndose ampliamente con las personas y organizaciones afectadas. También ayuda a las personas a identificar y abordar cómo los datos abiertos se pueden usar de manera efectiva en su sector para mejorar la toma de decisiones y los procesos, brindar servicios y productos más eficientes y efectivos, e impulsar el crecimiento económico y la productividad.
Sus ámbitos de influencia son las políticas, influyendo en las decisiones de los gobiernos para crear un ecosistema de datos que sea accesible y útil para la ciudadanía; las empresas, ayudando a desarrollar una infraestructura de datos ética y equitativa que sea buena para estas y para su misión social; las organizaciones filantrópicas y que otorgan ayudas, con el objetivo de construir una infraestructura de datos que beneficie a todos; y los gobiernos, instituciones dedicadas a la investigación, organismos públicos y sociedad civil, garantizando que puedan beneficiarse de una mejor infraestructura de datos.
El portal de datos abiertos de la Junta de Andalucía ya hizo referencia hace algunas semanas a la celebración por parte de la ODI del décimo cumpleaños de su fundación con la puesta en marcha de la cumbre internacional ‘ODI Summit 2022: Data Decade’, una cumbre en la que expertos, líderes y académicos de más de un centenar de países analizaron cómo los datos han cambiado el mundo durante la última década.
Nueva estrategia ODI 2023-2028
Los principios de la ODI definen los cimientos que sustentarán su papel en la búsqueda de respuestas a las tendencias globales, capitalizando de manera responsable las oportunidades y abordando las fuerzas del mercado fuera de su control. Los principios son independientes de la tecnología y se aplican indistintamente de los desarrollos que puedan tener lugar en el próximo lustro.
Las nuevas tecnologías, incluida la IA, ofrecen la oportunidad de revisar y comprender los datos a gran escala, pero es necesario asegurarse de que las personas, las comunidades y los países no se queden atrás o, lo que es peor, estén en desventaja o sean perjudicados por el uso no equitativo de los datos y las tecnologías que estos impulsan.
La estrategia reconoce que los datos deben administrarse y administrarse bien, y que se requieren instituciones nuevas y confiables para facilitar un uso compartido y más allá de las fronteras geográficas y organizacionales. Existe la necesidad de profesionalizar las prácticas en torno a los datos, incluida su publicación según estándares acordados que permitan a las organizaciones, y naciones, confiar y tener confianza en ellos y en las prácticas de los demás. Y al mismo tiempo, existe una exigencia de mayor conocimiento y mejores habilidades sobre datos entre los líderes, el público experto y organizaciones de todo tipo.
Las prioridades de la ODI para este periodo pasan por diversificar la financiación y asegurar su posición como una organización fuerte e independiente; innovar nuevos sistemas y procesos para aumentar la confianza en los datos y las prácticas; contribuir a construir y alojar nuevos vehículos para compartir datos que permitan una infraestructura de datos sólida; incorporar la diversidad, la equidad y la inclusión en todo lo que hacemos, cuestionando sesgos en datos y las prácticas de otros; continuar siendo un instituto de clase mundial, produciendo trabajos originales en política e investigación; y aprovechar la tecnología, las redes y el talento para ampliar nuestro alcance e influencia.
Y los compromisos se plasman en iniciar nuevos programas o trabajos que satisfagan las necesidades sociales, económicas y ambientales; construir mayor capacidad digital y competencia para llegar a más personas; desarrollar productos y servicios que permitan compartir y usar datos; crear más cursos de formación que desarrollen habilidades y conocimientos con una base de clientes más amplia; y luchar por la equidad en la forma en que entregamos lo que hacemos, forjando alianzas en nuevas regiones del mundo y entre personas infrarrepresentadas.
Principios rectores de la estrategia
La estrategia de cinco años de la ODI establece seis principios rectores, arraigados en su visión y misión, su posición en el mundo y su conjunto único de conocimientos y experiencia.
- Infraestructura de datos. Es la base para construir un ecosistema de datos abierto y confiable a escala global que permita abordar los desafíos más apremiantes a los que se enfrenta la sociedad
- Datos abiertos. Una infraestructura de datos sólida incluye datos en todo el espectro, desde abiertos hasta compartidos y cerrados. Pero la mejor base posible son los datos abiertos
- Confianza en los datos. Para que los datos funcionen para todos, deben hacerlo a través de las fronteras geográficas, organizativas, económicas, culturales y políticas. Para que esto suceda de manera ética y sostenible, debe haber confianza en los datos y en quienes los comparten
- Organizaciones independientes y confiables. Existe una mayor necesidad que nunca de que este tipo de organizaciones ayuden a las personas de todos los sectores, economías y sociedades a beneficiarse de una mejor infraestructura de datos
- Ecosistema de datos diverso, equitativo e inclusivo. Para que los datos funcionen para todos, quienes los recopilan y utilizan deben estar muy alerta a las desigualdades, los sesgos y las asimetrías de poder. Todas las organizaciones que trabajan con datos deben tomar medidas proactivas para garantizar que contribuyen plena y conscientemente a crear un ecosistema de datos diverso, equitativo e inclusivo
- Conocimiento y habilidades de datos. El mundo necesita una nueva cohorte de líderes de datos, personas que tengan conocimientos y habilidades en este campo y estén preparadas para comprender el valor, las limitaciones y las oportunidades que ofrecen los datos, sus prácticas y su intercambio