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La agricultura es muy vulnerable ante las adversidades climáticas. La utilización del seguro agrario cuyos orígenes se pueden datar en el año 1919 con la creación de la Mutualidad Nacional del Seguro Agropecuario ha sido muy desigual y escasa. Con anterioridad a la Ley 87/1978, se alternaron fórmulas de aseguramiento, unas privadas y otras de carácter público, que tenían por objeto la cobertura de los riesgos de pedrisco e incendio en la agricultura y de los accidentes de los animales en la ganadería.
El seguro agrario con la Ley 87/1978 de Seguros Agrarios Combinados recoge, por primera vez, que todos los riesgos son asegurables si son viables técnica y actuarialmente. Los aspectos básicos del seguro agrario son:
El marco normativo del sistema de seguros agrarios se encuentra en la Ley 87/1978 de Seguros Agrarios Combinados, en el Real Decreto 2329/1979 que publica el Reglamento de Desarrollo y los Planes Anuales de Seguros Agrarios.
En Andalucía el Decreto 63/1995 del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que desarrolla las ayudas suplementarias y otras acciones complementarias de la Administración Autónoma y las Órdenes y Resoluciones de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía de desarrollo anual.
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