Elementos estructurales de las explotaciones

La concepción del espacio rural en sentido amplio, no restringido a los aspectos meramente productivos, trae consigo otros beneficios menos tangibles ligados al bienestar animal, al mantenimiento de prácticas y manejo tradicionales, e incluso al esparcimiento y disfrute del paisaje y de la naturaleza. En este sentido, hay que fomentar:

 ELEMENTOS ESTRUCTURALES

•Conservar la vegetación de setos, sotos, herrizas y bosquetes respetando una franja sin cultivar ni efectuar labores alrededor de los rodales de vegetación arbórea o arbustiva natural enclavados en la explotación. Los setos vivos entre los cultivos son muy importantes para la fauna y flora, sobre todo si cuentan con arbustos con frutos comestibles como el majuelo o el rosal silvestre.

•En las zonas de importancia para las aves esteparias se aconseja ampliar en unos metros estas franjas de vegetación silvestre. Las siembras con vegetación seleccionada hará más rápida y controlable la revegetación de estas zonas. Conviene observar muy de cerca estas zonas para que no se conviertan en reservorio de plagas plurianuales. Si resulta necesario realizar desbroces, hay que procurar hacerlos fuera de los meses de cría de las aves.

•Respetar especialmente los bordes de los cursos de agua, aunque no conserven vegetación, con el fin de conseguir el establecimiento de una cubierta vegetal.

•Restaurar o plantar la vegetación de taludes, paredones y acilates plantando en ellos especies arbóreas o arbustivas adaptadas a las condiciones locales, con el objetivo de lograr bosquetes que cubran estos espacios. Los taludes y paredones con vegetación frenan la erosión.

•Plantar en estas zonas árboles y arbustos propios del lugar (en consonancia con las características climáticas y edáficas de la zona), con el objeto de fomentar el establecimiento de vegetación permanente.

•No apurar en sus labores (no va a obtener gran beneficio de ello).ELEMENTOS ESTRUCTURALES

•Proteger los renuevos.

•Evitar el vertido de residuos y basuras en estas zonas.

•Evitar la quema de restos de poda junto a estas formaciones vegetales.

•Conservación de árboles y matorrales como “islas” de vegetación, lo cual proporciona emplazamientos de nidificación, refugio y alimentación a muchas especies. Estas formaciones contribuyen a mejorar y diversificar el paisaje de su finca. En ellas encuentran refugio y alimento especies de valor cinegético que dan valor a su explotación.

•Mantener el borde de caminos y lindes entre parcelas respetando la vegetación herbácea espontánea, evitando, siempre que sea posible, los tratamientos químicos. Es especialmente recomendable respetar los árboles o arbustos de gran porte que existan o que puedan instalarse en estos lugares.

•Conservar, mantener e instalar elementos constructivos de piedra en su explotación como albarradas, balates y muros de contención o separación de linderos. Ante problemas de erosión, plantearse la construcción de este tipo de estructuras como medida para reducir su incidencia. Estas estructuras de piedra constituyen el refugio y el hábitat para numerosas especies de flora y fauna. Evitan la pérdida de suelo fértil: su destrucción acelera la erosión. Son elementos de un gran valor estético, confiriendo al paisaje un carácter particular y específico en determinadas comarcas rurales. Los linderos de piedra previenen la propagación de los incendios

•Realizar las necesarias labores de mantenimiento en elementos constructivos de piedra expuestos al deterioro del paso del tiempo. Tener en cuenta que el mantenimiento puntual de estas estructuras resulta menos costoso que la reconstrucción tras su ruina.

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