“Objetivo 55”: cumplimiento del objetivo climático de la UE para 2030 en el camino hacia la neutralidad climática
Con este paquete la Comisión busca establecer los instrumentos para cumplir con los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo y con las obligaciones legales recogidas en la Ley Europea del Clima, en particular reducir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con los niveles de 1990. El paquete constituye un conjunto completo e interrelacionado de propuestas complementarias, las cuales facilitarán la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la próxima década, con un enfoque de transformación de la economía, la sociedad y la industria de la UE de cara a un futuro justo, ecológico y próspero.
“Objetivo 55” (Fit for 55) representa el conjunto más completo de propuestas que la Comisión ha presentado nunca en materia de clima y energía, sentando las bases para nuevos puestos de trabajo y una economía europea resiliente y sostenible de cara al futuro. La combinación de políticas elegida es un cuidadoso equilibrio entre fijación de precios, objetivos, normas y medidas de apoyo.
El conjunto de propuestas contempla la aplicación del comercio de derechos de emisión a nuevos sectores y refuerzo del actual régimen de comercio de derechos de emisión de la UE; mayor uso de las energías renovables; mayor eficiencia energética; despliegue más rápido de los modos de transporte de bajas emisiones y de la infraestructura y los combustibles para sostenerlos; ajuste de las políticas fiscales a los objetivos del Pacto Verde Europeo; medidas para evitar la fuga de carbono; instrumentos para preservar y potenciar nuestros sumideros naturales de carbono.
El paquete refuerza ocho actos legislativos existentes y presenta cinco nuevas iniciativas en una amplia gama de ámbitos políticos y sectores económicos: clima, energía y combustibles, transporte, edificios, uso de la tierra y silvicultura.
En línea con el principio básico de solidaridad del Pacto Verde Europeo se establecerá un nuevo Fondo Social para el Clima, que aportará financiación específica a los Estados miembros para apoyar a los ciudadanos europeos más afectados o en riesgo de pobreza energética o de movilidad, acompañando la introducción del comercio de emisiones al transporte por carretera y los edificios. Este fondo se combinará con contribuciones nacionales de al menos el 50 %. Igualmente la Comisión propondrá en breve una modificación de la Decisión sobre los recursos propios y del marco financiero plurianual 2021-2027 para dar cabida a este nuevo instrumento.
Adicionalmente la Comisión tiene previsto establecer nuevas directrices para los Estados miembros a través de una propuesta de Recomendación del Consejo sobre cómo gestionar de forma óptima los aspectos sociales y laborales de la transición climática.
Los Estados miembros con una mayor proporción de combustibles fósiles en la combinación energética, mayores emisiones de gases de efecto invernadero, una mayor intensidad energética y un menor PIB per cápita también se beneficiarán de un Fondo de Modernización mejorado.
También habrá una solidaridad continua en el marco del Reglamento de reparto del esfuerzo y del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, donde, en particular, una décima parte de los derechos de emisión para las subastas se redistribuye entre los Estados miembros. Dicho régimen de comercio de derechos de emisión de la UE se verá reforzado y se aplicará a nuevos sectores en los que hasta ahora no se han reducido las emisiones.
Junto a la actuación con respecto al precio del carbono, son necesarios objetivos claros para impulsar cambios, como la revisión del Reglamento de reparto del esfuerzo, que facultará a los Estados miembros para adoptar medidas nacionales para hacer frente a las emisiones en los sectores de la construcción, el transporte, la agricultura, los residuos y la pequeña industria. La propuesta debe lograr una reducción a escala de la UE del 40 % de las emisiones de estos sectores de aquí a 2030, en comparación con la situación de 2005.
El paquete incluye nuevos requisitos para que la industria descarbonice los procesos de producción, pero también apoya mecanismos para la adopción de nuevas tecnologías. Se prestará especial atención a proyectos en los sectores cubiertos por el mecanismo de ajuste en frontera de las emisiones de carbono. En este sentido la Comisión propone un mecanismo de ajuste en frontera del carbono que fije un precio sobre las importaciones de un número limitado de mercancías muy contaminantes en función del contenido de este elemento.
Para alcanzar el objetivo de 2030, la Directiva sobre energías renovables actualizada propone aumentar el objetivo vinculante global del actual 32 % a un nuevo nivel del 40 % de energías renovables en la combinación energética de la UE. La propuesta sobre producción de energía renovable incluye criterios de sostenibilidad reforzados para la bioenergía mediante la ampliación de su ámbito de aplicación y la ampliación de las zonas donde se prohíbe el abastecimiento.
Mediante la revisión de la Directiva sobre fiscalidad de la energía se propone armonizar los tipos impositivos mínimos para los combustibles de calefacción y transporte con los objetivos climáticos y medioambientales de la UE, mitigando al mismo tiempo el impacto social.
Como parte de la actualización del Reglamento sobre el uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura, la Comisión propone fijar un objetivo de la UE de absorción neta de gases de efecto invernadero en el sector del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura de 310 millones de toneladas equivalentes de CO2 de aquí a 2030.
En cuanto a la financiación y a los incentivos, hay que tener en cuenta que el presupuesto a largo plazo de la UE y el Plan de Recuperación de la UE (NextGenerationEU) están diseñados específicamente para apoyar la transición ecológica. Además el 30 % de los programas del marco financiero plurianual 2021-2027 se dedican a apoyar la acción por el clima, por ejemplo a través de la política de cohesión, la agricultura y el programa LIFE para el clima y el medio ambiente.
Como complemento los planes nacionales de recuperación y resiliencia de los Estados miembros financiados en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia deben contribuir a la transición verde con medidas que representen al menos el 37 % de las asignaciones de los planes. Se contará además con fondos privados, una vez que por parte de la Estrategia para financiar la transición a una economía sostenible se contribuya a desbloquear la inversión privada necesaria para financiar esta transición.
En definitiva, el paquete “Objetivo 55” constituyela columna vertebral del cumplimiento por parte de la UE de sus compromisos establecidos al firmarse el Acuerdo de París, representando además un hito clave en el camino a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26, que se celebrará a finales de este año en la ciudad escocesa de Glasgow.
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