Reserva marisquera en el litoral de la provincia de Huelva
Reserva marisquera en el litoral de la provincia de Huelva:
La coquina (Donax trunculus) es un molusco bivalvo que habita en fondos de arenas finas y medias con un bajo contenido en materia orgánica, a profundidades comprendidas entre los 0-15 metros (aunque es más abundante entre los 0-4 metros), y preferentemente en zonas expuestas al oleaje, que facilita sus desplazamientos. En el litoral de la provincia de Huelva, se han desarrollado importantes bancos de coquina asociados a los sistemas deposicionales de la zona intermareal. Concretamente, los estudios de evaluación de los recursos marisqueros realizados por la Consejería de Agricultura y Pesca en los últimos años, muestran que los principales bancos de coquina del Golfo de Cádiz se localizan en las playas del Espacio Natural de Doñana y en los deltas mareales del río Guadiana y el río Piedras, ya que las condiciones de estos sistemas resultan especialmente idóneas para el desarrollo de esta especie.
El interés comercial de la coquina ha dado lugar al desarrollo de una pesquería profesional en la que participan dos modalidades de extracción, el marisqueo a pie con rastro manual, y el marisqueo desde embarcación con rastro remolcado, lo que permite la explotación de los bancos de coquina en toda su distribución batimétrica. Asimismo, se han detectado actividades de marisqueo no profesional sobre los principales bancos de coquina, lo que dificulta la gestión del recurso, poniendo en riesgo la conservación de los bancos, la rentabilidad de las explotaciones profesionales, y la seguridad de los consumidores.
Por todo lo expuesto, en el año 2011 se consideró conveniente establecer un régimen de protección especial en aquellas zonas especialmente idóneas para el desarrollo de esta especie, exceptuando las zonas incluidas en el Espacio Natural de Doñana que cuentan ya con un régimen especial de protección medioambiental, al objeto de garantizar la conservación de los bancos de coquinas. La delimitación de zonas protegidas permite establecer una ordenación de las dos modalidades de marisqueo implicadas en la pesquería, evitando la interacción espacial entre las mismas y los posibles problemas de seguridad para los mariscadores a pie.