El Presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía entrega al Presidente de la Junta de Andalucía el Informe sobre la Situación Socioeconómica 2009

Revela una contracción de la economía andaluza del 3,5%, una décima inferior a la española (3,6%) y cinco décimas por debajo de la europea (4,1%)
Andalucía, 07/10/2010

El presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, Joaquín J. Galán, ha hecho hoy entrega al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán del Informe sobre la Situación Socioeconómica de Andalucía 2009. Este informe, el décimo de los elaborados por el Consejo y fruto del debate de los interlocutores sociales y económicos en él representados, consiste en un análisis coyuntural de la evolución de la Comunidad Autónoma a lo largo de 2009 en cualquiera de sus variables socioeconómicas. A través de diez capítulos, dos anexos, un tema de actualidad  y un resumen ejecutivo trata de ofrecer un diagnóstico breve de la Comunidad en el último año.

En esta línea, el Informe enmarca la economía andaluza en una situación de crisis económica global caracterizada por una contracción de la producción mundial del 0,9% y una disminución del volumen de comercio internacional del 12,3%. Una situación en la que sólo países como China y otras economías emergentes de Asia y América se convirtieron en los pilares que sustentaron a la economía mundial. Sus principales entornos de referencia, la Unión Europea y España, también se vieron afectados por esta coyuntura, de manera que la caída del PIB en la UE fue del 4,1% y en España del 3,6%.

En este contexto, la economía andaluza experimento una contracción del 3,5%, una décima inferior a la registrada en España y cinco décimas menos que en el conjunto de la Unión Europea, lo que le permitió acercarse un año más a los promedios europeos en PIB por habitante.

En términos generales, los efectos de la crisis económica en Andalucía fueron similares a los de España y de menor intensidad que en el resto de Europa, salvo en el mercado de trabajo, que registró un descenso de la ocupación de 226.000 ocupados y afectó en mayor medida a los asalariados temporales y, dentro de éstos, a los contratados a tiempo parcial y a los empleados con menor nivel de cualificación. En línea con este descenso de la ocupación, Andalucía experimentó un incremento en el número de desempleados del 45,2%, inferior, sin embargo, al español, donde el paro se incrementó en un 60,2%, así como un incremento del 2,2% de la población activa, que, con una tasa de crecimiento casi el triple de la española, situó el número de activos en la cifra récord de 3.915.980 personas.

Por sectores productivos, la industria y la construcción fueron las actividades más castigadas por la crisis, si bien todos los sectores tuvieron una evolución negativa, a excepción de la agricultura, ganadería y pesca y, dentro del sector terciario, los servicios de no mercado. Esto tuvo su reflejo en el tejido empresarial, de manera que el número de empresas se redujo un 2,4% con respecto al ejercicio anterior.

Por su parte, el consumo público, derivado de las medidas anticíclicas implementadas por el Gobierno andaluz, el déficit comercial y los precios tuvieron un comportamiento favorable. Así, el déficit comercial se redujo un 64,7%, los precios finalizaron el año con un nivel del 0,6% y, aunque los procesos de inversión internacional y movimientos de capitales se redujeron de forma general, Andalucía fue una de las comunidades en las que aumentó la recepción de capitales foráneos.

En cuanto a los factores de bienestar social, la Comunidad Autónoma presentó avances en materias tales como educación, sanidad y cultura y deporte. De esta manera, en lo referente a política educativa, en 2009 aumentaron el número de centros educativos en Andalucía (un 11% en el curso 2008/2009), así como la modernización y mejora de buena parte de los existentes. Con ello se procuró cubrir las necesidades derivadas del incremento en el número de alumnos y alumnos de enseñanzas no universitarias. En cuanto a la Educación Superior, apenas descendió el número de matrículas universitarias (74 para el conjunto de universidades andaluzas) y se incrementaron un 57,7% los alumnos y alumnas de estudios de postgrado.

El medio ambiente siguió siendo una de las principales preocupaciones de los andaluces y andaluzas, si bien la crisis económica pudo desplazarlo a un segundo plano, por delante, no obstante, de problemas sociales, salud o inmigración; mientras que el panorama sanitario estuvo marcado por la nueva dotación y mejora de infraestructuras, la ampliación de los derechos de la población y el desarrollo de la innovación  y la investigación.

Por lo que respecta a la investigación, desarrollo e innovación, el gasto en I+D en Andalucía casi se multiplicó por tres desde que se iniciara la década, mientras que en el conjunto de España lo hizo por 2,5, lo que ha incidido en un progresivo acercamiento a los niveles nacionales en términos de esfuerzo, si bien los indicadores de resultados y la capacidad innovadora de la Comunidad arrojan valores interiores a los de la media española. Cabe destacar que Andalucía alcanzó en 2009 una financiación récord por parte del VII Programa Marco Europeo y situó a la Comunidad andaluza en cuarto lugar en el ranking de comunidades autónomas en captación absoluta de fondos.

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