

Autoría: Nicolás Villanueva Martínez, Jorge Torrubia Torralba, Alicia Valero Delgado
Publica: Amigas de la Tierra en colaboración con el Instituto Energía y Eficiencia de los Recursos de la Universidad de Zaragoza
Fecha: noviembre 2024
El modelo de consumo actual es la obsolescencia para mantener nuestro nivel de consumo y en consecuencia a sus impactos. Por ello, las empresas fabricantes por un lado enfocan sus desarrollos tecnológicos en aumentar las prestaciones de sus smartphones, y por otro, juegan con distintos tipos de obsolescencias como: la obsolescencia programada, obsolescencia indirecta (impide reparar un objeto por su diseño, falta de piezas o servicios post-venta), la obsolescencia provocada por incompatibilidad o la obsolescencia psicológica según la cual se transmite la idea de que la superación de los niveles tecnológicos de los nuevos equipos deja obsoletos los actuales, aunque sigan sirviendo para el uso que les damos.
Frente a esa idea de obsolescencia imperante, este informe apuesta por la "alargascencia", término con el que se hace referencia al proceso que busca alargar la vida útil de los productos. El informe calcula el impacto que tendría aumentar la vida útil de estos dispositivos en una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ahorro de energía y una menor necesidad de minería.
Si se analiza el ahorro de minerales como el litio, crítico para la Unión Europea, el aumento de un año en la vida de los teléfonos móviles supondría, entre 2024 y 2040, el ahorro de 29 toneladas de litio. Las reservas de todos estos minerales son finitas y, dada la sobreexplotación a la que están siendo sometidas, en breve serán escasas, creando tensiones geopolíticas por el control de las reservas y provocarán la expulsión de poblaciones locales, explotación laboral en los procesos de extracción y grandes impactos ambientales.
Por todo ello, el informe concluye que, tanto desde la Unión Europea, como desde el Gobierno de España, se debería legislar poniendo por delante el interés general, frente al corporativo. Se debe implementar una Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) con perspectiva de eco-diseño mediante la eco-modulación de las tasas, de forma que se incentive la producción de bienes más sostenibles, reparables o en última instancia reciclables.