

Autoría: Mira Milosevich-Juaristi
Publica: Real Instituto Elcano
Fecha: 20 de mayo de 2025
La invasión rusa de Ucrania ha intensificado el debate sobre el orden internacional, revelando una reconfiguración en torno a tres polos: (a) Occidente, liderado por EEUU hasta la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la UE; (b) el Este, dominado por China y Rusia; y (c) un Sur Global que reclama mayor autonomía.
Las medidas que está adoptando la Administración Trump pueden llevar a un mundo de cuatro polos, donde EEUU, separada de la UE, representaría un polo de poder por sí misma. Mientras el orden liberal está basado en alianzas y valores democráticos, Rusia usa el concepto de “mayoría mundial” como sinónimo del “Sur Global” y lo define como “no Occidente”, una comunidad político-ideológica de países no alineados con EEUU.
Este concepto, impulsado por el Kremlin desde los años 90 y revitalizado tras 2022, se distancia del Sur Global al priorizar la soberanía, la no injerencia y la multipolaridad. Plataformas como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) son clave en esta estrategia, al ofrecer cooperación sin imposiciones normativas occidentales.
Moscú ha convertido la guerra contra Ucrania en un instrumento clave para transformar el orden internacional. Más allá de la conquista territorial del Estado vecino, Moscú busca establecer un mundo multipolar con esferas de influencia lideradas por “Estados civilizaciones” que desafían los principios liberales y democráticos occidentales. A pesar de su invasión de Ucrania, Rusia ha consolidado vínculos con países del Sur Global, gracias al escepticismo hacia Occidente, el legado soviético y el deseo compartido de superar un orden global percibido como injusto y excluyente.