Cristo de la Paciencia. Capilla del hospital de San Juan de Dios. Granada
Información general
Atribuido a Pablo de Rojas
La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
Datos históricos
El Cristo de la Paciencia es titular de la Hermandad Sacramental del Apóstol San Matías de Granada, fundada en 1959. Anteriormente era propiedad del Arzobispado de Granada y se ubicaba en el desaparecido hospital de San Lázaro, fundado por los Reyes Católicos en 1498 para los leprosos. Actualmente su propietario es la Diputación Provincial de Granada que, tras la Desamortización, asumió el sostenimiento del hospital. Desaparecido dicho hospital en 1973, la imagen fue trasladada a un lateral de la capilla del hospital de San Juan de Dios de Granada. Anualmente se cede a la Hermandad para que pueda procesionar en la Semana Santa.
La crítica especializada atribuye su autoría a Pablo de Rojas en base a los paralelismos estilísticos con la obra documentada del artista. Técnicamente es una escultura de bulto redondo en madera policromada, realizada con diversos fragmentos de madera encolados formando el embón; la columna y la peana son piezas de madera independientes. La cuerda que ata las manos es de hilo metálico, rematada por dos borlas del mismo material. Se encontraba repolicromado, pero en la restauración efectuada se ha descubierto la policromía original, realizada, casi con seguridad, por Pedro de Raxis, colaborador habitual de Pablo de Rojas. Es una policromía al óleo con acabado al pulimento, trabajada a base de finas veladuras con una base de preparación blanca de espesor grueso constituida por dos capas de blanco de plomo con pequeñas cantidades de bermellón, laca y azurita artificial, aplicada directamente sobre la madera. Encima de esta policromía, que, en ocasiones, se encuentra removida, tal vez por limpiezas excesivas, existía un grueso repinte realizado en técnica mixta óleo-proteína, a base de blanco de plomo con bermellón y tierras. Las grandes heridas que tenía correspondían a repintes de diferentes épocas. La sangre original, descubierta tras la restauración, es una fina veladura de laca roja. Gran parte de los dedos de la imagen han sido rehechos y modificados sin que se sepa en qué momento y la columna tampoco es la original.
Estado previo
Cuando se inició la restauración, el Cristo de la Paciencia exhibía una repolicromía al óleo consistente en una encarnación mate con numerosos hematomas y heridas sangrantes que acentuaban notablemente el carácter dramático de la obra y desvirtuaban el aspecto de la policromía original, mucho más sobria y clásica. Sobre esta repolicromía se habían realizado burdos repintes circunstanciales y una intervención reciente con objeto de fijar la policromía en zonas puntuales de la espalda. Pese a ello la adhesión de la capa de encarnación seguía siendo muy deficiente y los desprendimientos, muy abundantes, aumentaban al menor roce.
La madera presentaba pequeñas grietas y juntas abiertas. En la película pictórica se observaban cuarteados, gotas de cera y algún brochazo de purpurina en la parte central inferior de la columna, así como desgaste y rozamiento en la peana. En el paño de pureza se conservaba una gruesa capa oscura de betún que había sido aplicada a toda la escultura, según se aprecia en fotografías antiguas, pero que ya había sido retirada de las carnaciones. Por último señalar un antiguo ataque de insectos xilófagos en la peana.
Descripción de la intervención
Para que pudiese efectuar su salida procesional durante la Semana Santa de 1996, se realizó un tratamiento preventivo de urgencia que consistió en la fijación de la policromía en peligro de desprendimiento.
A la hora de decidir los tratamientos fueron fundamentales los estudios previos. Se tomaron micromuestras de los diferentes materiales para determinar su constitución y se hicieron radiografías para conocer el estado interior de la madera y la extensión de la policromía subyacente. El estudio se completó con la realización de catas en sitios representativos. Así se pudo comprobar que de la policromía original se conservaba un 90% en los brazos, un 80% en pecho y cara, un 55% en la espalda y un 30 % en el paño de pureza y las manos. Esta policromía ofrecía un buen estado y conservaba todas sus veladuras. En consecuencia, se tomó la decisión de eliminar la repolicromía en donde existía policromía original y conservarla en donde ésta no existía, utilizándola como fondo de un punteado.
La fijación y asentado de la película pictórica se efectuó de forma simultánea a la eliminación de la repolicromía, ya que por muchas zonas la policromía original se encontraba adherida a la policromía superpuesta, pero desprendida de la preparación. En el paño de pureza y en la peana, la madera se consolidó debido a su falta de solidez. Grietas y juntas se sellaron mediante chuletas de pino o pasta sintética sin perder su aspecto de tales, pues en la mayoría de los casos los bordes se encontraban desfasados y a distinto nivel.
Tras el estucado se procedió a reintegrar el color con el criterio ya establecido. La capa de protección se aplicó por aspersión para conseguir un acabado mate similar al original.
El cordón de hilos metálicos con que se ata la figura a la columna recuperó su brillo y aspecto dorado después de someterlo a una limpieza general del polvo y suciedad. Para evitar su desplazamiento, después de volver a colocarlo se cosió con pequeñas puntadas.