Retablo de San Pedro de Osma de la Catedral de la Asunción. Jaén
Información general
Datos históricos
El retablo de San Pedro de Osma, ubicado en la sala capitular de la catedral de Jaén, está documentado como obra de Pedro Machuca contratada en 1546. Sin embargo, en sus pinturas se advierte la mano de algún otro pintor, quizá la del propio hijo de Machuca, Luis.
La arquitectura del retablo se aparta notablemente de los modelos al uso. Consiste en un simple encuadramiento por cerco de una serie de pinturas sobre tabla, con peinazos decorados con talla de vides y con pequeños cuadros intercalados y tondos en los ángulos de intersección, en los que se pintan profetas y sibilas. Preside el retablo una tabla con la figura de San Pedro de Osma y, a los lados, las de San Pedro y San Pablo. Más arriba aparece la Virgen de la Piedad con el Niño entre otras tablas de San Juan Evangelista y San José. El conjunto lo remata un tondo de la Verónica con la Santa Faz. En la parte inferior, en tres tableros apaisados se representan los Padres de la Iglesia Latina. En el banco, que es un añadido, aparece pintada una cruz sobre fondo dorado con un ángel arrodillado a cada lado.
El proceso de restauración ha permitido examinar el retablo y detectar, en algunos detalles, su carácter inconcluso: se han observado diferencias en el empaste de las pinceladas, cambios arrítmicos de éstas, variaciones marcadas de calidad en zonas próximas de una misma tabla, imprimaciones sin cubrir en los celajes e incluso algunos nimbos que han quedado en proceso de ejecución.
Estado previo
El retablo estaba sujeto al muro por medio de un bastidor de madera clavado a los sillares de piedra con clavos de forja. Había sido desmontado en alguna otra ocasión y montado con puntillas cuyas cabezas quedaban a la vista, excesivas en número e inútiles en muchas ocasiones. Esta circunstancia no se daba en el banco, posterior al resto del retablo; en él los clavos y las delimitaciones entre las piezas quedaban ocultos por el estuco y dorado superpuesto realizado in situ.
Los ensambles de todas las pinturas, reforzados con travesaños deslizables, lazos y estopa, se habían deteriorado de forma que no habían podido impedir un fuerte alabeo de las tablas, además de levantamientos de preparación y policromía. Para disimular las deformaciones y acoplar mejor las pinturas en los peinazos, en el nuevo montaje se practicaron algunos rebajes con azuela en las tablas invadiendo, en ocasiones, la superficie estucada. En los dorados y pinturas de los peinazos también se habían producido desgastes y levantamientos como consecuencia de intervenciones defectuosas.
Existía un ataque de xilófagos bastante intenso, aunque reducido a un travesaño de la tabla inferior izquierda.
Descripción de la intervención
Fue necesario el desmontaje del retablo, excepto el banco, para la corrección efectiva de la holgura de las tablas, el tratamiento antixilófago y la protección de los reversos. Previamente se fijaron las zonas en peligro de desprendimiento y se protegieron las zonas de encuentro de las tablas con coletta y papel japonés. Conforme se desmontaba el retablo, se fueron retirando el polvo y los restos de nidos y esqueletos de gorriones y de roedores que colmaban los intersticios entre los distintos elementos del reverso, que se limpiaron en seco o con apósitos ligeramente humedecidos con agua y alcohol.
Las espigas de unión de los peinazos se sustituyeron en los casos en que las originales, de forma cónica, no cumplían su función. Para acceder mejor a las colas de milano y a las cajas y travesaños de refuerzo, hubo que levantar buena parte de la estopa que cubre el reverso de las tablas. En estos sitios la cola estaba cristalizada, por lo que se tuvo que retirar y sustituir. Se unieron las tablas que conforman los paneles y se recolocaron las colas de milano desencajadas. Esto se realizó con ayuda de un bastidor metálico fabricado expresamente para este fin. Con posterioridad se reutilizó la estopa previamente levantada.
Para la limpieza de la policromía se utilizó una mezcla de amoniaco, alcohol metílico y agua. Un repinte en el hombro izquierdo de San Pablo se retiró con dimetilformamida y los dorados se limpiaron con alcohol metílico.
Se realizaron tres aplicaciones sucesivas de un producto insecticida en toda la madera vista, reverso de las tablas, de las entrecalles y de los tondos, así como en toda la superficie del bastidor. El travesaño de la tabla izquierda del banco, la pieza más dañada por el ataque de xilófagos, hubo de ser sustituido.
Después de estucar las pérdidas de preparación y antes de reintegrar la policromía se aplicó una primera capa protectora de barniz, de distinta naturaleza según si la zona era pintura o dorado. Concluida la reintegración se aplicaron otras dos manos de los respectivos barnices.
En el montaje, la mayor parte de las puntillas fueron sustituidas por espigas estriadas de madera. También se usaron tornillos bicromados en los elementos de anclaje al bastidor o en aquellos que eran fundamentales para facilitar futuros desmontajes. La posición de las tablas de la Verónica y la Virgen se modificó ligeramente para corregir su encuadre.