Retablo mayor de la iglesia de San Vicente Mártir. Tocina (Sevilla)
Información general
Datos históricos
La iglesia de San Vicente de Tocina, edificio barroco de tres naves, fue construida entre los años 1701 y 1711. El templo fue costeado por el comendador fray José de la Plata y Obando, miembro de la Orden de San Juan de Jerusalén. Esta orden ostentaba el señorío de la villa desde la Reconquista.
El retablo mayor, fechado a mediados del siglo XVIII, se compone de un sotabanco, un banco, dos cuerpos compartimentados en tres calles por estípites y un ático. En el camarín central se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Belén o de la Aurora, talla que se ha relacionado con Duque Cornejo. Sobre ella se hallan las esculturas de San Vicente Mártir, titular de la parroquia y en el ático San Juan Bautista. Las calles laterales están ocupadas por las imágenes de cuatro santos con coraza y palma martirial, que son los patronos de la ciudad: San Amiano, San Juliano, San Teodoro y San Océano. Estas advocaciones tan singulares delatan la influencia de la Orden de Malta en la localidad.
Con posterioridad a la intervención que se describe en estas páginas, de carácter puramente conservativo, el retablo ha sido objeto de una restauración integral sufragada por la parroquia.
Estado previo
La existencia de dos criptas, una debajo de la nave central de la iglesia y la otra debajo del altar mayor, ambas independientes y con los accesos cerrados por baldosas de cemento, propició el hábitat ideal para que se desarrollara un intenso ataque de termitas. A consecuencia de ello, la madera se presentaba muy disgregada, principalmente en el sotabanco y banco del retablo, y algunos apoyos de anclaje al muro habían perdido su función. Otros daños destacables en la madera eran las pérdidas de fragmentos de piezas, los desajustes de algunas de ellas y las grietas.
En la capa de preparación y película pictórica no se observaban grandes alteraciones ni pérdidas, salvo en la parte baja del retablo, que aparecía desgastada por los roces y las limpiezas excesivas.
Por otra parte, la existencia de una instalación eléctrica adosada a la parte trasera del retablo representaba un grave peligro.
Descripción de la intervención
Como primera medida se separó el tendido eléctrico del retablo y se adosó al muro con un cajetín aislante. Los interruptores se cambiaron por otros más adecuados.
A continuación se efectuaron las operaciones de limpieza, desinsectación y consolidación de la madera. Durante el proceso de limpieza se encontraron depositadas en la parte trasera del retablo algunas de las piezas que se habían caído, las cuales fueron repuestas a su lugar.
En lo que respecta a la desinsectación, el tratamiento realizado fue tanto curativo como preventivo. Se aplicó un tratamiento desinsectante en todas las maderas del retablo, pero se desechó la idea de realizar una barrera contra las termitas con insecticidas de alto poder residual, ya que el riesgo de contaminación de los pozos y riegos de las casas colindantes era muy elevado por la presencia de corrientes de agua subterránea a poca distancia del suelo de la iglesia. Ahora bien, se adoptaron algunas medidas para favorecer la ventilación de las criptas y evitar en lo posible la condensación de humedad, tales como la sustitución del cemento que tapaba los accesos a las criptas por rejillas de hierro y la realización de un agujero en el muro de separación de ambas. También se instalaron tres puntos de luz en la cripta situada debajo del retablo para, en último caso, dificultar de esta forma el paso de las termitas.
En el proceso de consolidación, en los casos en los que la madera se presentaba ligeramente dañada se consolidó con resina y donde las disgregaciones eran importantes se injertaron piezas de madera de pino curada y estabilizada. Por último se reemplazaron los apoyos que se encontraban en peor estado.