Retablos de la iglesia del convento de Santo Domingo de Scala Coeli, Córdoba
Información general
Anónimo
La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
Datos históricos
En 1423 San Álvaro funda en Córdoba el convento de Santo Domingo de Scala Coeli, cuyas obras finalizaron en 1442. Durante los siglos XVI y XVII el convento experimentó sucesivas modificaciones, aunque fue en el siglo XVIII, bajo el patrocinio del padre Ferrari, cuando se acometieron las reformas más importantes, principalmente de la iglesia.
El retablo mayor se fecha en torno a 1740 y es obra anónima cercana al estilo de Jerónimo Sánchez de Rueda y Juan Fernández del Río. Fue construido en madera de pino vista, aunque aparece teñido con una capa de protección que le da un color oscuro. Ocupa todo el presbiterio y consta de un banco, un cuerpo dividido en tres calles por columnas salomónicas y un ático. El espacio central lo ocupa un manifestador en cuyo interior se ubica una imagen de la Virgen del Rosario, obra de mediados del siglo XVII. Las otras imágenes representadas son coetáneas a la ejecución del retablo: Santa Rosa de Lima, Santa Catalina de Siena, Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo de Guzmán, San Pedro Mártir de Verona y San Jacinto.
La iglesia está ornamentada con otros seis pequeños retablos barrocos, dorados y realizados también en madera de pino, que albergan las esculturas de la Inmaculada, San José, Santo Domingo, Santa Catalina de Siena, San Francisco de Asís y Santa María Magdalena.
Estado previo
Los deterioros en este conjunto de retablos provenían sobre todo de los bruscos cambios higrométricos de la iglesia, que habían incidido en los movimientos de contracción y dilatación de la madera. Se observaban fisuras y grietas de diversa consideración, pérdida de adhesión de las colas, agrietamiento de los estratos dorados en las uniones de las piezas y oxidación de elementos metálicos. Por otra parte, los retablos habían sufrido un feroz ataque de termitas que había sido solventado con anterioridad a esta intervención. Otros daños se debían a la acción directa del hombre: excesivas limpiezas, actos cultuales y reparaciones defectuosas. Numerosos fragmentos de pequeñas dimensiones estaban colocados de forma aleatoria y otros, que se habían desprendido, los conservaba la comunidad del convento.
Descripción de la intervención
La intervención realizada fue exclusivamente de conservación. Se fijaron los estratos en peligro de desprendimiento y se consolidó la madera gravemente dañada por las termitas mediante impregnación de Paraloid B-72 en concentraciones del 5 al 20% en xileno, con cuidado de no manchar las zonas de los dorados. Conjuntamente con la consolidación se realizó un tratamiento preventivo de desinsectación. Algunas piezas hubo que desmontarlas y consolidarlas con resina epoxi y, en ocasiones, reforzarlas estructuralmente mediante la aplicación, por el reverso, de panel de contrachapado, travesaños o tirantes internos. Los fragmentos desprendidos se colocaron en su lugar y se reubicaron los que estaban situados fuera de su sitio original.
Por último se realizó una reintegración cromática con técnica acuosa limitada a las zonas con reconstrucciones y faltas volumétricas y se aplicó una capa de protección exclusivamente a las zonas reintegradas.