Cristo de los Parrilla. Iglesia de la Asunción. Priego de Córdoba, Córdoba
Información general
Datos históricos
El Cristo de los Parrilla de la iglesia de la Asunción de Priego fue mandado hacer por don Francisco Rodríguez Dávila para adornar el altar de la capilla que se había mandado construir en dicha iglesia. La atribución de su autoría a Alonso de Mena por Emilio Orozco es comúnmente aceptada por los historiadores.
Es una de las obras más interesantes de la imaginería andaluza de la primera mitad del siglo XVII. Representa a Cristo muerto, fijo a una cruz arbórea con tres clavos. El sudario, de amplios plegados un tanto rígidos, se sujeta con una soga y forma un recogido de abundante tela. El torso revela un gran conocimiento anátomico y el rostro es de una dramática, aunque contenida, expresividad.
La escultura consta de una gran pieza longitudinal, que configura el torso y las piernas, a la que se unen los brazos mediante espigas; la cabeza es también una pieza independiente. Tiene el tórax y el abdomen ahuecados con abertura en la espalda, cerrada con una tapa. El glúteo y la zona lumbar también presentan una tapa con un tornillo que sirve de punto de anclaje de la imagen a la cruz.
Estado previo
Las intervenciones anteriores en la imagen son poco significativas. A ello pudo haber contribuido el hecho de no procesionar. Los deterioros que se observaban se debían especialmente a que durante años estuvo expuesta a filtraciones de agua procedentes de la cubierta, que causaron graves levantamientos y pérdidas en la policromía, siendo éstas del 60% en los brazos y manos.
El estado de conservación de la madera era aceptable, aunque se apreciaban pequeñas grietas y fendas, y la tapa que cierra la espalda estaba a punto de desprenderse como consecuencia de las deformaciones producidas a causa de las variaciones termohigrométricas. Otros daños provenían de las limpiezas excesivas con productos grasos y de la aplicación de gruesos barnices. La escultura había sido repintada parcialmente en dos ocasiones. Los repintes afectaban sobre todo a las uniones de piezas y a los brazos y pies. Una capa de suciedad y humo cubría toda la superficie, principalmente en los brazos y manos.
Descripción de la intervención
Tras una previa protección, se procedió al desmontaje del Cristo de la cruz y a la apertura de las distintas piezas que conforman la imagen. A través de los huecos abiertos y de las pequeñas grietas, se aplicó un tratamiento fungicida e insecticida. Posteriormente las grietas se rellenaron con pasta de madera a base de serrín de pino curado.
Antes de cerrar la tapa de la espalda se colocó un nuevo punto de anclaje a la cruz a la altura del coxis, consistente en una varilla de acero inoxidable de 8 mm de diámetro roscada en sus dos extremos, anclada al interior de la pieza del vientre mediante resina epoxídica y sujeta a la que conforma el glúteo con una doble tuerca. La pieza que configura la zona posterior de la cabeza, que presentaba riesgo de desprendimiento, hubo que desmontarla. Se eliminaron los restos de cola antigua y se volvió a encolar.
Las capas de preparación y policromía recibieron tratamientos de fijación, limpieza y reintegración. La reintegración de las pérdidas de color se realizó con técnica acuosa, retocando con pigmentos al barniz y empleando una textura gráfica reconocible a corta distancia. Finalmente se aplicó barniz en esencia de petróleo como protección.