La economía andaluza crece dos décimas en el segundo trimestre del año y continúa su normalización
La economía andaluza creció un 0,2% en el segundo trimestre del año, en términos reales, igual que el conjunto de la economía española, según los datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, que elabora el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). El PIB continúa su proceso de normalización, volviendo a crecer por segundo trimestre consecutivo.
Desde el punto de vista de la demanda, este crecimiento intertrimestral se ha sustentado en la demanda regional, impulsada, en gran medida, por la formación bruta de capital, que recupera tasas positivas, con un incremento del 1,9%, a diferencia de lo observado a nivel nacional (-0,5%).
Por lo que respecta a la oferta, todas las ramas productivas experimentan aumentos, salvo la construcción, correspondiendo los mayores crecimientos a la agricultura (2,1%) y las ramas energéticas e industriales (1,5%).
En términos interanuales, el PIB modera significativamente su ritmo de caída en el segundo trimestre, reflejando la práctica estabilización de la economía andaluza, ya que el descenso ha sido del 0,4%, frente al -1,5% en el primero, el más bajo desde que iniciara la trayectoria de reducción en el tercer trimestre de 2008.
Desde el punto de vista de la oferta productiva, el comportamiento ha sido diferenciado, destacando la vuelta a crecimientos positivos de los servicios (0,4% interanual), tras cinco trimestres consecutivos de caída, con aumentos tanto de los servicios de mercado (0,7%) como de los de no mercado (0,3%). Este resultado está en línea con la recuperación que viene mostrando el índice de cifra de negocios del sector, que crece en junio un 4,1% interanual, por segundo mes consecutivo, sobre todo comercio, e información y comunicaciones.
Asimismo, es destacable la notable moderación del ritmo de caída de las ramas energéticas e industriales, con una reducción del Valor Agregado Bruto (VAB) del 1,7% interanual, 3,6 puntos inferior a la del trimestre anterior, en sintonía con la evolución más favorable del índice de producción industrial, que recoge crecimientos interanuales positivos, entre otras ramas, en las de fabricación de muebles, fabricación de material y equipo eléctrico, industria de la alimentación, fabricación de productos farmacéuticos, extracción de minerales metálicos, fabricación de vehículos de motor, artes gráficas, y fabricación de productos informáticos y electrónicos.
Desde la perspectiva de la demanda, la vertiente interna reduce significativamente su contribución negativa, pasando de restar casi 3 puntos en el primer trimestre, a dos décimas en el segundo. A ello ha contribuido la ralentización del ritmo de caída de la inversión, que registra la menor contracción en dos años (-5,9%), y sobre todo, la recuperación del consumo, con un crecimiento del 1,7%. Concretamente, destaca la reactivación del consumo de los hogares, que aumenta un 2,1%, después de siete trimestres de descensos, en consonancia con los resultados de algunos indicadores relevantes como la matriculación de turismos, en un contexto de relativa mejora del mercado de trabajo.
En este sentido, y según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el segundo trimestre se ha creado empleo en términos anuales, entre otros, en el sector primario; en la rama de ingeniería civil; telecomunicaciones; programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática; actividades financieras y de seguros; actividades profesionales, científicas y técnicas; agencias de viajes; y Administración Pública y Defensa, Seguridad social obligatoria.
El componente más dinámico del PIB por el lado de la demanda son las exportaciones de bienes y servicios, que aumentan un 4,7% interanual en términos reales.
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