Igualdad de género en el medio rural

La vida de las mujeres en las zonas rurales ha experimentado un gran cambio en las últimas décadas. En la actualidad cuentan con niveles formativos nunca antes alcanzados y cada vez más ocupan puestos que antes les estaban vedados.  Asimismo, el medio rural, receptor de importantes apoyos por parte de las diferentes administraciones ha sufrido una enorme transformación que ha permitido la aparición de actividades económicas alternativas a los sectores agroalimentario y pesquero, haciendo emerger actividades empresariales lideradas por emprendedoras. Al mismo tiempo se ha ido consolidando un movimiento asociativo de mujeres que está siendo clave en los procesos de participación social. 

Mujeres de diferentes comarcas del medio rural andaluz asistentes a la actividad formativa denominada “Estrategias de comunicación como herramienta de liderazgo y empoderamiento de las mujeres rurales” organizada por la Consejería en 2018 en Mollina.En paralelo a estas transformaciones socioeconómicas, el concepto de género e igualdad entre mujeres y hombres ha ido evolucionando, reflejándose en las diferentes formas de actuar e intervenir en la vida diaria. De este modo, las políticas de género a lo largo de estas dos últimas décadas han ido calando también en la metodología participativa que caracteriza al modelo de desarrollo rural Leader, con medidas dirigidas inicialmente a las mujeres, hasta llegar a trabajar, sobre todo en este nuevo marco, con un concepto más amplio: la igualdad de género.

Algunos datos relevantes

Cabe destacar que en el medio rural andaluz viven 1,85 millones de mujeres, que suponen el 49,8% de la población rural. En todos los tramos de edad, los hombres superan a las mujeres, salvo en la cohorte de 65 años y más. Este dato confirma la tendencia que se viene Mujeres posando con los trabajos realizados.observando desde hace unos años: la masculinización de la población rural, que junto al envejecimiento general y, especialmente de la conocida como ‘generación soporte’ (población entre 30 y 45 años), obstaculiza el necesario relevo generacional

Envejecimiento, masculinización y éxodo rural femenino son situaciones sociodemográficas que tienen que ver con la falta de oportunidades que encuentran las mujeres para desarrollarse personal y profesionalmente. La escasez de oportunidades laborales, la presión social asociada a los roles tradicionales y la sobre carga laboral son, entre otros, los elementos que animan a las mujeres a emigrar hacia las áreas urbanas. Una tendencia que las políticas públicas tienen el deber y la responsabilidad de revertir. 

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