Modelos de combustibles forestales
Los combustibles forestales son agrupaciones espaciales de la biomasa vegetal viva y muerta que forma parte de los ecosistemas, y que a su vez son la fuente de energía para el desarrollo del incendio y uno de los elementos clave en el comportamiento del fuego y en sus efectos, modulando su intensidad y severidad.
Además, presentan un alto grado de heterogeneidad, característica inherente tanto a la gran variabilidad de la vegetación entre los distintos ecosistemas como dentro de una misma formación forestal, por lo que es necesario recurrir a una simplificación de la realidad de los complejos de combustible existentes sobre el terreno para su clasificación.
Para ello, los combustibles se agrupan de acuerdo a sus principales características y comportamiento del fuego asociado. Cada uno de estos grupos artificiales se denomina modelo de combustible, y trata de identificar los valores cuantitativos representativos de un complejo de combustible constituido por un conjunto de parámetros físicos de acuerdo a un sistema de clasificación del combustible determinado, que son las entradas para los simuladores de comportamiento del fuego (Burgan y Rothermel, 1984).
En el marco de los trabajos desarrollados en la ejecución del “Serviciode Inventarios de Campo para la Parametrización y Validación del Combustible Forestal en las ZAR de Andalucía”, correspondientes al Lote 2 del proyecto NET872330 – MODELIZACIÓN DEL COMBUSTIBLE FORESTAL EN EL MARCO DEL PROYECTO CILIFO, el objeto de este documento es presentar un manual de campo que incluya la guía con la clave de identificación y fichas de caracterización de los modelos de combustible de Andalucía basada en la clasificación UCO40.
Áreas de estudio
El área de estudio del presente servicio fue la totalidad del territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía junto con un buffer de 20 km exterior sobre Portugal y las Comunidades Autónomas limítrofes de Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia.
Sin embargo, los inventarios de campo se realizaron sólo en la región andaluza. Concretamente éstos fueron más intensos sobre las Zonas de Alto Riesgo (ZAR) que ocupan una superficie del 58% del total de Andalucía (50.550 km2). Las ZAR son zonas mayormente forestales susceptibles de sufrir incendios con cierta frecuencia.
No obstante, para ampliar la información de campo sobre los combustibles forestales existentes se incorporaron mejoras relativas a la realización de inventarios adicionales fuera de las ZAR, con el fin de caracterizar otras estructuras vegetales relevantes para la propagación de grandes incendios forestales.