

La regulación de las bibliotecas de Andalucía tiene su origen en la doceava ley que emanaba de nuestro Parlamento, hecho que deja de relieve la importancia que desde el inicio del estado autonómico se le otorgó a la materia, como uno de los ejes de la cultura en Andalucía. La Ley 8/1983 de 3 de noviembre, derogada por la Ley 16/2003 de 22 de noviembre, del sistema andaluz de bibliotecas y centros de documentación.