Definición Legal:
La ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual, modifica el artículo 178 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre del código penal y elimina la distinción entre agresión y abuso sexual, considerándose agresiones sexuales todas aquellas conductas que atenten contra la libertad sexual sin el consentimiento de la otra persona.
Por lo tanto:
“Se entiende por agresión sexual los actos de contenido sexual que se realicen empleando violencia, intimidación o abuso de una situación de superioridad o vulnerabilidad de la víctima, así como los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuya situación mental se abusare y los que se realicen cuando la víctima tenga anulada por cualquier causa su voluntad”.
Una agresión sexual es cuando una persona utiliza el miedo, el chantaje o la violencia contra otra persona para conseguir algo relacionado con el sexo y que la otra persona NO quiere hacer.
Por ejemplo, cuando te obliga a tener relaciones sexuales, te toca el cuerpo sin tu permiso o te obliga a tocar su cuerpo.
Dentro de las diferentes formas de violencia contra las mujeres, la violencia sexual está considerada como una de las formas más extremas de violencia de género contra las mujeres, y una de las formas más extendidas en el mundo.
La violencia sexual es una de las formas de violencia de género contra las mujeres más invisibilizada y naturalizada, y aunque ocurre de manera cotidiana y sistemática, la percepción social es la de considerarla un fenómeno poco frecuente y alejado de la vida diaria. Pese a la idea tan extendida de que solo se da en el espacio público, ocurre, con mayor frecuencia, en el espacio privado. En la mayoría de los casos es ejercida por una persona conocida por la persona agredida. Es importante destacar que la principal arma que usa el agresor es la confianza, y no la fuerza física o algún arma, como se suele pensar.