El 4 de Diciembre de 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 55/76 decide que, a partir del año 2001, el día 20 de Junio sea el Día Mundial de los Refugiados.
En estos 19 años transcurridos desde aquella primera conmemoración del año 2001, el panorama mundial en relación con las personas refugiadas, no solo no ha mejorado, si no que según los últimos informes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)1 actualmente estamos ante el mayor éxodo que ha conocido la historia de la humanidad, con más de setenta millones de personas en los cinco continentes que huyen de las guerras, de la persecución, de la violencia, de las violaciones de los Derechos Humanos, de los efectos del cambio climático.
Las personas refugiadas huyen del conflicto y la persecución. Su condición y su protección están definidas por el derecho internacional, y no deben ser expulsadas o devueltas a situaciones en las que sus vidas y sus libertades corran riesgo. Por otro lado, están los desplazados internos, que son personas que huyen de sus hogares por causas parecidas a las que motivan la huida de los refugiados, pero que no cruzan una frontera internacional.
En la actualidad presenciamos los niveles de desplazamiento más altos jamás registrados. Una cifra sin precedente de personas que en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. Entre ellas hay casi 25,4 millones de personas refugiadas, más de la mitad menores de 18 años. Además, se estima que hay 10 millones de personas apátridas a quienes se les ha negado una nacionalidad y acceso a derechos básicos como educación, salud, empleo y libertad de movimiento. En la actualidad, en todo el mundo, cada dos segundos una persona se ve obligada a desplazarse como resultado de los conflictos y la persecución.
Este escenario mundial exige un compromiso mayor y más decidido con la defensa de los Derechos Humanos, del derecho de asilo y con la protección de las personas refugiadas, siendo, por tanto más necesario que nunca que la Comunidad Internacional, la Unión Europea, los Gobiernos y los agentes sociales colaboremos y cumplamos nuestro deber en relación a los 70 millones de personas que se encuentran en esta situación.
Y tenemos que afrontar ese trabajo con una visión preventiva para reducir las causas que ponen a tantos seres humanos en peligro de muerte, pero es imprescindible a la vez proteger a las personas que huyen porque están en riesgo sus vidas y acaban sumando más riesgos en su busca de refugio. Por ello, es prioritario establecer vías seguras y asequibles, para que puedan plantear la protección que necesitan.
España no es ajena a esta realidad, en lo que va de año y por primera vez, ha recibido más peticiones de refugio que cualquiera de los socios comunitarios, según los datos oficiales de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo.
La profunda crisis en Venezuela y la violencia que se extiende por varios países de Centroamérica y Colombia han disparado los números en los últimos años, hasta las 118.000 solicitudes en 2019. En el arranque de 2020, las cifras escalan hasta las 3.500 peticiones semanales. Pero solo el 5% de esas peticiones acaban siendo reconocidas: España está a la cola de Europa, muy lejos de la media de la UE (30%).
Este objetivo exige el concurso, en el ejercicio de sus respectivas competencias y actividades, de quienes tenemos una responsabilidad pública: las instituciones sociales, los medios de comunicación, las organizaciones sociales y ciudadanas, los creadores artísticos, los educadores, los profesionales de cualquier actividad y de la ciudadanía en general, que cada día conforma una Andalucía mas rica y diversa social y culturalmente.
En este 20 de Junio, Día Mundial de los Refugiados, la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias expresa, como no podía ser de otro modo, su compromiso público de impulsar e incidir en todas las actuaciones que permitan una mayor sensibilización social ante la situación de las personas refugiadas, favoreciendo la acogida e integración de la población refugiada en nuestra Comunidad Autónoma y condenando toda forma de discriminación, difusión masiva de noticias falsas contra las personas refugiadas así como los discursos xenófobos y racistas que favorezcan cualquier manifestación de discriminación en el ámbito público o privado en relación con las personas refugiadas y que desgraciadamente están aumentando en diversas partes del mundo.
Andalucía, 20 de Junio 2020
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