Andalucía contribuye al desarrollo comunitario con enfoque de género en las aldeas de Chilaulene sede, Zimilene y Mahielene (Mozambique)

Mujeres productoras.
La población de Chilaulene, situada en la provincia de Gaza (Mozambique), es una zona con enorme potencial de desarrollo, ofreciendo diversidad de fuentes de rendimiento a sus poblaciones. Sin embargo, la realidad muestra dinámicas muy lejos del nivel esperado. La agricultura está limitada a prácticas familiares con escasos recursos y fuertemente dependientes para disponer de insumos básicos, la pesca está condicionada por la incapacidad de los pescadores para congelar y conservar el pescado, reduciendo de este modo enormemente las posibilidades de comercialización.
En cuanto a la cultura y tradiciones del sur de Mozambique se basan en modelos patriarcales en los que el hombre está en una posición de supremacía respecto a la mujer en todos los ámbitos de la vida, lo que se traduce en violaciones de los derechos de la mujer, una participación muy desigual, siendo además una barrera determinante para el desarrollo local.
Para abordar estas problemáticas, Madre Coraje junto a sus socios locales se encuentra implementando con apoyo de las políticas andaluzas de cooperación al desarrollo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación a través de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) el proyecto ‘Desarrollo comunitario con enfoque de género en las aldeas de Chilaulene sede, Zimilene y Mahielene’ por un importe de 300.000 euros.
A través de esta intervención integral se trabaja bajo 5 enfoques complementarios:
- Capacidades de producción sostenible de 8 asociaciones agropecuarias.
- Capacidades organizativas de las mismas.
- Participación de la mujer en la comunidad.
- Capacidades para el manejo de los recursos de forma sostenible.
- Condiciones educativas que aseguren el establecimiento de una base sólida para el desarrollo comunitario.
Encuentro con algunos miembros de las asociaciones de pescadores/as para el seguimiento de la construcción de la Casa del Pescador.
Para la consecución de este proyecto se cuenta con 11.499 personas involucradas, de los cuales 3.354 son hombres y 8.145 mujeres, agregados en 2.300 familias. Además, con 600 estudiantes, 240 niños y 360 niñas y 21 docentes.
Las acciones promovidas mediante la intervención se están traduciendo en un aumento del 150% de las superficies cultivadas. Además, el aumento de producción agrícola ya empieza a sentirse en los últimos registros obtenidos de cereales y legumbres, base nutricional de las comunidades locales.
Las asociaciones de pescadores también han dado un salto cualitativo al disponer de sistemas de refrigeración del pescado y un punto de venta tanto para la comunidad como para personas de fuera, por medio de la construcción y puesta en marcha de la Casa del Pescador.
Bajo la premisa de diversificar los medios de vida y partiendo de las potencialidades de la zona, se están construyendo tanques piscícolas para la producción de pescado, cuya producción se destinará al consumo y a la venta.
Campos de producción.
En el campo educativo, se han construido 6 salas de aula que permitirán que 600 nuevos estudiantes puedan aprender en condiciones adecuadas. Igualmente, ha sido construido un bloque administrativo para que personal docente y administrativo pueda ejercer sus actividades de forma idónea.
Un fuerte componente de la intervención es la promoción de la equidad de género y para ello se está impulsando una reflexión conjunta de hombres y mujeres en torno a la realidad que ambos grupos viven, así como se está trabajando en la diseminación de la legislación existente en el país como herramienta de salvaguarda y promoción de los derechos de mujeres y niñas. A pesar de que los cambios en el comportamiento humano son paulatinos ya empiezan a ser visibles algunos alcances de estas acciones, como el aumento de mujeres que ocupan cargos de liderazgo y gestión comunitaria.
Por otro lado, también se comienzan a ver progresos con relación al uso de recursos naturales de forma sostenible, con ejemplos como la progresión de la producción de biopesticidas por parte de las familias, que están adoptando nuevas técnicas de agricultura de conservación.
Encuentro de reflexión con algunos miembros de las asociaciones de pescadores/as para el seguimiento de la construcción de la Casa del Pescador y gestión de las asociaciones implicadas.
En definitiva, a través de esta intervención, se consigue avanzar en tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 4 (Educación de calidad) y ODS 5 (Igualdad de Género).
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