La Consejería de Vivienda finaliza las obras de restauración de la Torre de La Calahorra de Córdoba

La rehabilitación, que ha supuesto una inversión de 2,7 millones, permite recuperar las distintas transformaciones del edificio a lo largo de la historia
Andalucía, 06/10/2008

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La Consejería de Vivienda ha finalizado las obras de restauración de La Calahorra, una de las siete intervenciones que integran el plan de actuaciones que está desarrollando en el eje monumental de acceso a la ciudad histórica, declarada Patrimonio de la Humanidad. La intervención en el monumento ha supuesto la recuperación de sus elementos primitivos, manteniendo la huella de la historia y permitiendo así que la fachada muestre las diferentes transformaciones sufridas a lo largo del tiempo. Para comprobar el resultado de la actuación se ha diseñado una exposición de imágenes históricas del monumento.Las obras de restauración de La Calahorra, adjudicadas a la empresa Freyssinet y presupuestadas en 2.698.638,94 euros, se iniciaron en enero de 2007 y se han desarrollado de acuerdo al programa previsto para cumplir el plazo de ejecución fijado en 20 meses. La intervención, dirigida por el arquitecto redactor del proyecto, Juan Cuenca, ha tenido como objetivo la restauración de toda la alzada exterior de La Calahorra, de forma que las distintas etapas de ampliación del monumento durante el siglo XIV se reflejen en los aparejos, dimensión de sillares y ornamentación. Además, esta actuación ha incluido la adecuación de las instalaciones de electricidad y climatización del museo existente en su interior, gestionado por la Fundación Roger Garaudy, obra que finalizó en abril de 2007 y ha permitido el reinicio de las actividades museísticas. Para lograr estos objetivos se ha realizado la limpieza de los paramentos exteriores, eliminando las adherencias provocadas por los agentes climatológicos, la vegetación y la humedad derivada de su cercanía al río. Una vez terminados estos trabajos, se ha procedido a restituir el volumen de los sillares carcomidos con la intención de devolverles su aspecto originario, al tiempo que prevenirlos de su deterioro futuro. Para este cometido se ha utilizado el mismo sistema empleado para la Puerta del Puente, basado en renunciar a la reposición de sillares nuevos y, en cambio, conservar los existentes al objeto de no perder la traba y así mantener la estabilidad del muro.
Uno de los aspectos más curiosos de la intervención en la fachada principal de La Calahorra ha sido la perfección con la que se muestran los límites de la Puerta Islámica, origen de esta edificación, que antes de la restauración sólo se adivinaban. Con este proyecto se ha restituido su flanco derecho, lo que permite la percepción completa del arco de herradura que la enmarca.La restauración también ha incluido tareas de acondicionamiento de la cubierta, donde ha aparecido el pavimento originario de mortero de cal. Estos trabajos en la terraza han permitido dotar al monumento de un magnífico mirador y de un espacio idóneo para el desarrollo de actividades culturales promovidas por diferentes colectivos e instituciones de Córdoba y que se desarrollarán una vez que han finalizado los trabajos de recuperación del monumento. La intervención ha permitido, además, recuperar elementos que permanecían ocultos. Este es el caso de una almena, saeteras, ventanas cegadas, huecos en la barbacana y un balcón, entre otros.
Un edificio sometido a continuas transformacionesLa Calahorra ha estado sujeta a continuas transformaciones a lo largo de su historia. En sus orígenes comenzó siendo una puerta de un solo cuerpo central de acceso al Puente Romano, llegó a convertirse en fortaleza defensiva en el siglo XIV y a mediados del siglo XX en pieza monumental, adaptándose su interior a museo de la ciudad que alberga una exposición permanente de la Córdoba del siglo X. Debido a este proceso de cambios, en la edificación de La Calahorra se detectan diferencias en la calidad de las piedras utilizadas, en su estado de conservación y en las canteras de procedencia, lo que ha hecho necesario la aplicación de diferentes métodos en el proceso de restauración. Aunque su destino originario fue fortaleza, La Calahorra ha tenido otros usos a lo largo de la historia como cárcel, cuartel, colegio o museo. Éste último es el que mantiene en la actualidad.
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