Investigar y conocer las enfermedades para ofrecer alternativas terapéuticas adecuadas es una de las prioridades de la Consejería de Salud y Consumo. Prueba de ello, es que 2024 se cerró con un total de 4.273 estudios clínicos activos en el seno del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA). Esta cifra refrenda el creciente interés de la comunidad científica andaluza por indagar en diversas patologías y mejorar la calidad de vida del paciente, ya que representa una evolución del 54% de incremento en relación a los últimos cinco años.
Además, y a lo largo del año pasado, se pusieron en marcha 698 nuevas investigaciones clínicas, lo que representa una evolución del 5% de incremento respecto a los últimos cinco años.
Concretamente, en 2024 se iniciaron 53 investigaciones clínicas con productos sanitarios; 151 estudios observacionales; y 494 ensayos clínicos, cifra que representa una evolución del 58% de incremento en los últimos cinco años en la sanidad pública andaluza frente al 42% registrado en el territorio nacional. El desarrollo de estas investigaciones, que está en auge en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, se centra en diversas áreas, siendo oncología, hematología, cardiología y neurología las principales especialidades en las que se enfocan estos ensayos clínicos.
Estas investigaciones clínicas tienen un marcado carácter colaborativo y multicéntrico, lo que implica una alta participación de centros asistenciales y plataformas de investigación de toda Andalucía. En concreto, y a este respecto, 2024 se cerró con un total de 6.947 participaciones activas, esto es, contratos firmados para el desarrollo de las investigaciones. Esta cifra supone un 12% más que en 2023 y una evolución al alza del 50% en los últimos cinco años. Y lo que es más, representa el interés de los centros y profesionales vinculados al Sistema Sanitario Público de Andalucía por la investigación biomédica y la generación del conocimiento en salud.
Fases tempranas de la investigación
Los ensayos clínicos se desarrollan en cuatro fases diferentes. La fase I, la etapa inicial de estos estudios de investigación en la que se comprueba la seguridad del fármaco y la mejor manera de administrarlo; efectos secundarios, tolerancia, dosis… se analizan en esta fase. En la fase II, se analiza la eficacia del fármaco o tratamiento administrado mientras que en la III se verifican aspectos de seguridad y eficacia y se prueba en un número más elevado de participantes. En la última fase se realiza el seguimiento del fármaco o tratamiento.
En el SSPA hay una marcada evolución al alza de los ensayos clínicos en fase I; en los últimos cinco años, en el seno de la sanidad andaluza, ha habido un incremento del 44% en los ensayos clínicos de esta fase.
Investigación clínica independiente en la RFGI
La Red de Fundaciones Gestoras de la Investigación (RFGI) en el Sistema Sanitario Público de Andalucía actúa promueve el desarrollo de investigación clínica independiente, es decir, la que no cuenta con la participación de la industria farmacéutica. En 2024, se han promovido 41 estudios clínicos en este escenario, lo que representa un 28% de incremento respecto a 2023.
En la actualidad, y en el marco de los estudios activos a nivel general, existen 248 promovidos por la RFGI, lo que representa un incremento del 10% respecto al año anterior y del 43% en relación a los últimos cinco años.
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