El IAJ y el Centro de Adicciones MonteAlminara alertan en las X Jornadas de Concienciación sobre el impacto social de la pornografía entre los jóvenes

Las X Jornadas de Concienciación Juvenil, organizadas por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en colaboración con el Centro de Tratamiento de Adicciones MonteAlminara, han tratado los efectos sociales y psicológicos del excesivo consumo de pornografía entre adolescentes y jóvenes, una problemática actual que preocupa a profesionales del sector sanitario, educativo y familiar.
Han participado Ruth Sarabia, delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta; Alba Ortiz, responsable provincial del IAJ en Málaga; Nuria García, directora de Relaciones Institucionales de Montealminara; Inmaculada Navas, psiquiatra y directora médica de MonteAlminara; Javier Ortiz, coach y terapeuta; y Nuria Sánchez, directora de MonteAlminara.
Las jornadas se han desarrollado en la sede en la sede de Turismo y Deporte de Andalucía en Málaga, con el objetivo de concienciar, debatir y promover la prevención desde edades tempranas, ofreciendo herramientas y enfoques multidisciplinares ante un fenómeno que impacta directamente en el desarrollo emocional y social de la juventud.
Con una asistencia significativa de profesionales del ámbito educativo, sanitario y social, las jornadas han contado con la participación de destacados ponentes que han abordado el fenómeno desde una perspectiva multidisciplinar.
La primera ponencia corrió a cargo de Ruth Sarabia, con el título “El porno no es un manual para el sexo”. En su exposición ha subrayado la importancia de una educación afectivo-sexual adecuada en el seno familiar y educativo: “Nos preocupa profundamente el incremento de violencia sexual hacia las niñas, y el creciente consumo diario de porno entre los mas jóvenes, que se sitúa ya en el 62,5%. Otro factor que nos ocupa y nos preocupa, es la incapacidad de las familias para abordar este problema en los hogares, así como los profesores en los centros educativos. Por ese motivo, el año pasado se hizo una campaña con motivo del 25N, dirigida a profesores y a las familias, en el que se aportó un material especifico a los institutos para ayudar a prevenir entre otros problemas, el preocupante incremento del consumo de pornografía”.
Inmaculada Navas abordó en su intervención “Jóvenes y pornografía: de la curiosidad a la adicción” los efectos psicológicos y conductuales derivados del consumo compulsivo de contenidos pornográficos, destacando su relación con síntomas de ansiedad, baja autoestima, aislamiento social y alteración del desarrollo sexual: “El consumo de pornografía genera unas expectativas irreales sobre la sexualidad, normalizando comportamientos agresivos que perpetúan la violencia sexual. Educar en la sexualidad y en el uso responsable de los dispositivos electrónicos es la mejor herramienta de prevención”.
Por su parte, Javier Ortiz, creador del programa Objetivo- Libertad, destacó cinco herramientas clave para la intervención familiar y el acompañamiento a jóvenes afectados por este tipo de adicciones conductuales. “Las 5 claves para la recuperación de una adicción como la de la pornografía son la rendición, la renuncia, realizar un proceso de auto conocimiento, el perdón y vivir una vida con propósito. Yo también he pasado por una adicción, por eso sé que es fundamental pedir ayuda profesional y tener el máximo apoyo de la familia".
El cierre de la jornada lo protagonizó el magistrado Emilio Calatayud, juez de menores en Granada, con su ponencia “Redes sociales: víctimas y verdugos”. Calatayud alertó sobre los riesgos del abuso del consumo digital sin supervisión y el uso de teléfonos móviles. También destacó la incapacidad de las familias para poner límites a sus hijos. En cuanto a la justicia, señaló que “uno de los detonantes principales de los delitos producidos por los jóvenes y menores en la actualidad son, sin duda, las adicciones”. Una de las más preocupantes es la adicción a la tecnología y a los móviles, que a su vez han potenciado delitos relacionados con el mal uso de estos, como violaciones o las palizas a menores. Por ello aboga al compromiso social y de las instituciones, que dan la espalda a este grave problema, y al compromiso de las familias en la educación de sus hijos.
Tras las intervenciones tuvo lugar una mesa redonda con la participación del público para exponer a los expertos sus dudas y opiniones. El acto fue clausurado por Carlos Bautista, delegado de Salud en Málaga, quien expresó su preocupación por el grave impacto social que se deriva del uso negativo de los dispositivos móviles entre los más jóvenes y menores.
Estas jornadas se consolidan, un año más, como un espacio de reflexión y formación para profesionales, educadores y familias, con el objetivo de prevenir conductas adictivas y promover un desarrollo saludable en la juventud andaluza.
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