El IAJ visita a un grupo de jóvenes scouts que están de acampada en el Parque Natural de la Sierra de Huétor (Granada)

El responsable provincial del Instituto Andaluz de la Juventud en Granada, José Luis de la Torre Castellano, ha realizado una visita a la Zona de Acampada Controlada (ZAC) de Florencia, en el Parque Natural de la Sierra de Huétor junto al delegado territorial en Granada de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y a la directora del PN, Milagros Menéndez .
El IAJ ha conocido personalmente las actividades que están desarrollando medio centenar de jóvenes del Grupo Scout Valhalla de Scouts Católicos (MSC) de Almería, que están disfrutando en esta zona de acampada durante la primera quincena de julio.
Los jóvenes están acompañados por monitores y personal de apoyo. En total, unas 75 personas están participando en este campamento de verano donde los jóvenes scouts están realizando actividades de ocio y tiempo libre, excursiones y el conocimiento de este entorno natural.
El Parque Natural Sierra de Huétor está situado a 20 kilómetros de la capital granadina. Un conjunto de sierras de media altura, donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas. En ellas, el agua se filtra hasta las entrañas de la montaña originando galerías y cuevas donde se acumula, como ocurre en la conocida Cueva del Agua. Posteriormente, emanará en forma de manantiales como sucede en Fuente Grande. Dos de los ríos que recorren estos parajes son el Darro y el Fardes, donde en este último existe trucha común y se ha convertido en un lugar de reunión para los aficionados a la pesca deportiva.
Uno de los principales atractivos de este parque natural es su facilidad de acceso, así como las numerosas pistas forestales que lo recorren, haciendo de él uno de los espacios naturales más visitados de la geografía granadina.
Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo una gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.
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